André Gomes, al igual que el resto de sus compañeros del FC Barcelona, no cuajó una de sus mejores actuaciones en el Etihad Stadium el pasado martes contra el Manchester City, aunque a pesar de ello fue de los jugadores más dinámicos y luchadores del conjunto azulgrana, recorriendo una gran cantidad de kilómetros y haciendo gala de un enorme potencial físico.

Luis Enrique, sin embargo, es consciente del tremendo potencial que alberga en las botas y de su principal virtud: la verticalidad. Por ese motivo, el técnico asturiano no se cansó de darle indicaciones y pedirle presencia en el área rival desde la banda, la mayoría de veces sin éxito.

"Lucho" deseaba que el portugués acompañara a Leo Messi, Neymar y Luis Suárez especialmente en las jugadas de contragolpe y en las incorporaciones al ataque tras robo de balón, dada la velocidad y capacidad de llegada y disparo de André Gomes. Sin embargo, el luso estuvo demasiado conservador y en más de una ocasión en la que pudo conducir hacia la portería rival frenó en seco, jugando de manera horizontal.

Eso irritó a Luis Enrique, que finalmente decidió cambiarle a los 75 minutos para dar entrada a Rafinha Alcántara, quien tampoco fue capaz de aportar ninguna solución al cuadro de Luis Enrique.

En resumidas cuentas, está claro que si André Gomes desea mejorar y tener aún más presencia en los onces del Barcelona, deberá explotar cuanto antes su potencial físico y técnico para generar jugadas de peligro desde la posición de interior. Y, sobre todo, tendrá que ganar más confianza para tomar decisiones importantes en los partidos.