FC Barcelona y Real Madrid han vuelto a entregarse al máximo en un Clásico de altos vuelos en una noche con poca recompensa en el Camp Nou. Los azulgranas acaban satisfechos con el punto porque tienen LaLiga y siguen aspirando al invicto, y a los blancos también les vale porque sólo tienen ojos para la Champions. Sin embargo, en los intangibles este encuentro sí tiene mucho significado.

En uno de los mayores enfrentamientos que ofrece el fútbol mundial se ha personificado el relevo generacional de los culés en dos figuras: Philippe Coutinho y Andrés Iniesta. El brasileño llegó hace unos meses a la Ciudad Condal y disputa su primer Clásico, mientras que para el eterno capitán, después de tantos años, ya es el último.

A pesar de todas las similitudes que les unen, ambos son incomparables, y el de Río de Janeiro recoge el testigo de uno de los más célebres magos del balón que han difrutado los catalanes. Su objetivo es hacer que su ausencia se note algo menos, y como él mismo declaró hace unos días, ayudar al equipo a seguir ganando con su aportación.

Como era de esperar, la generación más exitosa de la historia del Barça empieza a agotarse, y aunque junto a Leo Messi resisten unos pocos, habrá que ir buscando la próxima hornada de ídolos. La filosofía sigue por delante y los títulos siguen cayendo, pero el objetivo es que la rueda no pare. El club tiene que seguir siendo grande, aunque en la memoria queden recuerdos maravillosos.

Coutinho e Iniesta sufren en el Clásico

En un Clásico intenso, duro y marcado por la actuación arbitral, a Coutinho e Iniesta les ha tocado sufrir, y en el tiempo que han estado sobre el césped no han logrado marcar la diferencia. El ex del Liverpool ha sido el gran sacrificado tras la expulsión de Sergi Roberto, y el de Fuentealbilla no ha cumplido la hora de partido.

En cambio, los que sí han brillado han sido sus sustitutos, con un Nélson Semedo y un Paulinho que han realizado una actuación muy completa. Al poco de sustituir al manchego, el centrocampista ha rozado el gol a pase del lateral, y con su esfuerzo han ayudado a sostener a un Barça que ha rozado la victoria. El mal de los jugones ha dado paso a una noche prometedora para otros dos recién llegados.