El barcelonismo está contento con la reaparición de Ousmane Dembélé, pero sabe a la perfección que el atacante francés tiene mucha competencia en el flanco de ataque y deberá trabajar duro para sacar de la titularidad a Paulinho, Alcácer, Denis o algún otro de los efectivos culés que están rindiendo a buen nivel durante los últimos tiempos con sus aportaciones ofensivas.

Dembélé, sin embargo, sabe que poco a poco irá cogiendo ritmo de competición y podrá aprovechar mejor las oportunidades que tenga en el flanco de ataque. Y es que, con su presencia, el Barcelona no sólo ganará regate y desequilibrio por banda, sino también un punto extra de velocidad al contragolpe. Dembélé es un auténtico especialista en los contraataques.

Con espacio para correr y regatear es prácticamente imparable, y con la combinación de Leo Messi y Luis Suárez, sin lugar a dudas el FC Barcelona pasará a tener uno de los contragolpes más letales del planeta junto al de Neymar-Cavani-Mbappé en el PSG.

Leo Messi podrá colocar a Dembélé balones medidos al espacio cuando se desmarque, mientras que Luis Suárez estará atento a posibles asistencias del talentoso futbolista francés, como la que le regaló contra el RCD Espanyol en una de las primeras jornadas de LaLiga Santander 2017-18 en el Camp Nou, cuando el francés dispuso de sus primeros minutos en el Camp Nou.

Dembélé debe jugar sin presión

Dembélé es consciente de que tiene el talento y el potencial para triunfar en el Barça. Lo único con lo que tendrá que vigilar es la ansiedad, que ya ha hecho mella anteriormente en otras promesas que han recalado en grandes clubes. No tiene que tener prisa por progresar y maravillar a la afición culé. Si practica su juego y juega para el equipo, todo irá como la seda.