Suele ser bastante comedido en sus declaraciones, y anoche no fue una excepción, pero Iniesta quiso mandar un mensaje a la directiva tras ver que el Camp Nou celebró con efusividad los goles de Cristiano y Asensio. El manchego lamentó este suceso, algo que evidentemente no es lo habitual.

Hay que recordar que es un partido que no entra en el abono anual de los socios, por lo que la mayoría de aficionados eran extranjeros o, como se pudo ver, del Madrid. "No tengo nada que decir a los socios, y entiendo que no tenemos que decirles nada los jugadores. No sé si es preocupante, pero no es agradable que haya en tu casa haya tanto aficionado del Real Madrid", soltó Iniesta en zona mixta.

La imagen fue insólita. Aficionados blancos jaleando a los suyos en el coliseo culé. Los jugadores del Barça apenas recibieron ánimos ni el apoyo suficiente como para intentar reaccionar. Y eso cuesta de entender. Veremos el miércoles qué ocurre en el Bernabéu, seguro que no hay tantas camisetas azulgranas. 

En lo relativo al partido, Iniesta fue claro: "Es un resultado muy malo que nos lo deja muy díficil. Ha sido una acción que puede pasar en el partido, a raíz de eso también hicimos el gol del empate. Ha sido un partido igualado. Todos los años hay cosas para mejorar y hasta que se cierre entiendo que el club está trabajando. Acabamos de empezar y tenemos que seguir mejorando. Cada uno puede hacer la lectura que crea. Ha sido un partido igualado donde las áreas han sido determinantes". 

Uno de los retratados del partido

En el análisis post-partido que realizamos destacamos negativamente a Iniesta tras su encuentro. El capitán del FC Barcelona volvió a demostrar que atraviesa la peor etapa de su carrera. La movilidad y las piernas frescas de Kovacic, Isco, Kroos y Casemiro en el centro del campo del Real Madrid le superaron. Llegó tarde a la presión de balón, perdió algunos balones y jugó de manera horizontal en la mayoría de los casos, sin los cambios de ritmo a los que tiene acostumbrados a todos los culés.