Tenía que llegar tarde o temprano, pero ha costado sangre, sudor y lágrimas volver a ver una victoria del Barça B. Los pupilos de Gerard López han amarrado los tres puntos casi dos meses después, en un sufrido encuentro en el Miniestadi del que Ernesto Valverde ha tomado buena nota en las gradas.

La situación empezaba a ser muy complicada para un equipo que después de ocho jornadas sin ganar había caído en zona de descenso, pero que respira después de superar a un Sporting de Gijón que ha estado a punto de dar el susto. Porque como es habitual, tras el madrugador gol de Carles Aleñá, el rival se ha venido arriba, aunque en esta ocasión la inquietud la ha tranquilizado otro tanto de José Arnáiz a pocos minutos del descanso.

A pesar de todo, el triunfo no iba a llegar sin sufrimiento, ya que en la segunda mitad una diana de Álex Pérez ha recortado las diferencias en el marcador y sobre el césped. Justo acababa de perdonar el de Mataró un mano a mano cuando ha llegado el 2-1, dejando el partido en un ida y vuelta en el que tan cerca estuvo el empate como la sentencia. 

Tres puntos vitales

Dejando de lado las peculiares visitas, el Barça B necesitaba sumar de tres en tres tras lograr 5 puntos de los últimos 24, en una racha de la que ni siquiera los referentes, como los propios Aleñá y Arnáiz lo habían conseguido sacar. Esta vez sí llegó, dando un paso más en el camino de un filial cuyo objetivo es la permanencia, para acabar de formar a los jugadores que darán el salto al primer equipo. Es tan complicado como necesario.