Paul Pogba es un futbolista que siempre ha gustado en el FC Barcelona, ya que aporta una serie de características al juego que le convierten en un todoterreno de perfil muy poco común en el centro del campo de cualquier equipo. De hecho, en 2015 -cuando jugaba en la Juventus de Turín- ya se le intentó fichar, aunque no hubo éxito.
Así lo explicó Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, en unas recientes declaraciones para 'ESPN' en las que reconoció que se puso en contacto con el equipo italiano por si este se decidía a vender. Los directivos de la 'vecchia signora' informaron al dirigente culé de la descomunal oferta del Manchester United, que finalmente no se pudo igualar.
"En el verano de 2015, Paul Pogba jugaba en Turín y simplemente le dijimos a la Juve que si algún día decidían vender al jugador, estaríamos interesados. Cuando vendieron al jugador, nos dijeron cuál era la oferta y no pudimos pagar esa cantidad de dinero en ese momento", explicó Bartomeu en la entrevista.
Además, el presidente azulgrana elogió al crack galo. "Los está mejorando como equipo (al Manchester United) porque es una de las estrellas del mundo del fútbol en este momento", dijo. Naturalmente, no hay que esquivar que el francés también se tanteó el pasado verano, después de que Antoine Griezmann decidiese romper su pacto con los culés.
El interés del Real Madrid en Paul Pogba
Meses después de que Pogba se acercase al FC Barcelona, ahora parece el Real Madrid el equipo que tiene más interés en reclutarle para reforzar su plantilla. El galo ha intercambiado elogios con Zinedine Zidane y a partir del próximo verano podría ser pupilo de su compatriota, que nunca ha escondido su deseo de tenerle en la plantilla.
En su entrevista a 'ESPN', Bartomeu esquivó la hipotética llegada de Pogba al Santiago Bernabéu. "Prefiero no hablar sobre jugadores de otros equipos porque estoy seguro de que también hay jugadores en el Barça que pueden mejorar a otros equipos", dijo. La historia ha cambiado mucho y ahora el presidente culé podría ver que el galo acaba en el eterno rival.