Estamos muy cerca de conocer el futuro de Ernesto Valverde, que él mismo decidirá en pocas semanas. Llegó al FC Barcelona en verano de 2018 de la mano de Robert Fernández, el anterior secretario técnico del club azulgrana. En su primera temporada como culé, el Txingurri ganó LaLiga Santander y la Copa del Rey, aunque quedó la espina clavada de la eliminación de la Champions League.

El contrato del técnico extremeño era de dos años fijos, pero da opción a que continúe una temporada más en el banquillo del Camp Nou, aunque es opcional por parte tanto del club como del técnico. El FC Barcelona quiere que el entrenador extremeño siga en 2019, pero ahora todo queda en las manos del Txingurri.

Para el proyecto azulgrana, no habría mejor noticia que él siguiese. Además de unos conocimientos futbolísticos y una capacidad de trabajo y entrega fuera de toda duda, Ernesto Valverde ofrece un manejo del vestuario realmente impresionante. Ha sabido llevar como nadie a Leo Messi, quien le tiene gran aprecio, además de solucionar los problemas que se le han ido planteando.

Valverde, un 'as' recuperando jugadores

En su primera temporada, tuvo la personalidad suficiente como para cambiar el esquema de lo que parecía el inamovible 4-3-3 a un 4-4-2 con el que el equipo se sobrepuso a la marcha de Neymar. Además, está fuera de toda duda la capacidad de este técnico por recuperar jugadores que, en ocasiones, parecían causas perdidas.

Lo hizo primero con Arturo Vidal, calmándole tras su indignación en redes sociales y dándole una oportunidad para que fuese importante, algo que el chileno aprovechó. Luego llegó el 'caso Dembélé', en el que el Txingurri prescindió de la mano izquierda que había tenido con Vidal para castigarle y hacer que espabilara, medida que también tuvo éxito. Ahora está intentando recuperar a Coutinho, que ya da síntomas de mejoría.

Ya lo dijo Robert Fernández en declaraciones a Marca: "Buscábamos un entrenador que gestionara el vestuario y él era perfecto. Esa fue una de las primeras cosas que le dije. Que el Barcelona necesita más gestión que entrenamiento, que en un equipo que juega tantos partidos es difícil tener una semana para trabajar". El valenciano acertó. La gestión de vestuario de Valverde es perfecta y le hace imprescindible.