Luis Enrique nunca ha querido dejar nada a la improvisación allí donde ha entrenado desde que dio el salto al filial del Barça hace ya bastantes años. Si bien su forma de ser ha ido evolucionando y mejorando (según pesos pesados del Barça), hay algo en lo que siempre ha querido prestar especial atención: los jóvenes valores de los equipos que ha entrenado.

Es por ello que si siempre presta atención a sus jugadores, tratando de mantener con ellos y con su staff una fluida conversación constante, con los más jóvenes no es menos. Pero para ello emplea a uno de sus ayudantes, muy apreciado por él, Joan Barbará. El que fuera su segundo de abordo en el Barça B es el que se encarga de todos los detalles con los jugadores del filial.

Barbará es el que tiene mayor control de todo lo que sucede en el equipo de Gerard López y el que informa puntualmente a "Lucho" de las evoluciones de los jóvenes. Además es el "arma" utilizada por el asturiano para que estos no se frustren y se motiven más aún cuando dan el salto al equipo de los "grandes" en los entrenamientos.

En la última sesión se le pudo ver con Marlon, Abeledo y Seung-Ho Paik a su salida al Camp Tito Vilanova de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. No se despegó de ellos, charlando de forma desenfadada y aleccionándolos en ciertos momentos. Una figura clave para que todas las piezas de este gran puzzle llamado FC Barcelona acaben de encajar.