Fernández Borbalán se "machaca" para el Clásico

El colegiado se prepara táctica, física y emocionalmente para un partido en el que tendrá que tener puestos los cincos sentidos y en el que será juzgado duramente tras los rumores surgidos hace un mes de favores al Madrid. Su preparación será clave para aguantar la presión

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El árbitro del Real Madrid-FC Barcelona será un viejo conocido para ambos equipos, David Fernández Borbalán. Un hombre que actualmente está atravesando un gran estado físico y anímico y que lo pondrá a prueba este sábado 21 de noviembre a las 18.15 horas. Para ello se machaca entrenado tanto su forma física como la mental, gracias a un "coach" que la federación ofrece al colectivo arbitral.

Y es que la presión de todo un país estará sobre los hombros de un hombre normal. Es por ello que dependerá mucho de su forma de ser que el encuentro no se le vaya de las manos. Los que le conocen lo definen como una persona "estable, sencilla, simple, afable y cercana". Para él, todos los encuentros son los partidos más importantes del mundo. Además, los compañeros que trabajan con él destacan que ?está en un momento de forma especialmente fuerte para él a nivel emocional?.

Por lo que hace a su forma, el pasado martes pasó las pruebas físicas a las que somete el CTA a los colegiados de primera y segunda. Lo hizo con nota y gracias a ello, aunque ya se esperaba, fue designado como el árbitro del Clásico. Uno de sus compañeros en los "stage" de pretemporada, al que cita el diario "Sport" sin da su nombre, afirma que ?un jugador se puede esconder, pero un árbitro nunca. Esto les lleva a estar siempre muy bien colocados, frescos". Y no hay árbitro más fresco actualmente que Borbalán.

Según esta misma fuente, los colegiados ?son, normalmente, los que más corren. Incluso más que los jugadores?". Hombres capaces de correr entre oce y doce kilómetros en cada partido y que se cuidan lejos de los terrenos de juego. Como el árbitro almeriense que lleva tiempo preparando su alimentación para el partido más importante de su vida. El cuál arbitra cada fin de semana.