EL CENTRO DEL CAMPO DEL BARÇA, EN LA LUPA
El gran problema 'medular' del Barça de Xavi en la temporada 2023/24
Noticia publicada:20/05/2024 - 19:03h
Última actualización:20/05/2024 - 23:42h
El FC Barcelona está a punto de finalizar una temporada en la que las expectativas no se han cumplido. Son más las dudas que certezas que ha dejado el equipo... y todos entran en discusión, sobre todo un centro del campo que este curso iba a 'confirmarse' como el motor del proyecto
El FC Barcelona está a punto de cerrar una temporada en la que las decepciones han sido máximas. Venían de un año que había servido de 'arranque' para el proyecto dirigido por Xavi Hernández, que sumó LaLiga y Supercopa de España, y en papel iba a ser un curso de 'confirmación', sumando las notas positivas de la 2022/2023 (Gavi, Pedri, Araújo, Lewandowski...) con los refuerzos que se consiguieron durante el verano (Gündogan, Cancelo, Joao Félix...). Los resultados y conclusiones han estado muy por debajo de las expectativas.
A pesar de que se han conseguido muy buenas noticias, como la irrupción de Lamine Yamal o Pau Cubarsí, el Barça está cerrando un año decepcionante que provocará que el área deportiva se siente a analizar la situación profundamente. Son muchos los ingredientes a tomar en cuenta, más allá de las 'excusas' que generalmente salen a flote (lesiones o árbitros), y que deben llevar a un cambio radical para el próximo año, con o sin Xavi Hernández en el banquillo al mando del proyecto.
En todas las líneas del equipo hay puntos por mejorar, pero en el centro del campo es donde las alarmas tienen que estar encendidas, porque en papel tendría que ser el gran motor del equipo. Las condiciones estaban dadas para ello, seguramente. Con la incorporación de Gündogan y Oriol Romeu, los catalanes conseguían -en papel- las piezas que necesitaban: un medio ofensivo, capaz de llegar desde segunda línea y 'mejorar' los balones que pasaran por sus botas, y un mediocentro defensivo que hiciera de Sergio Busquets.
El plan se cumplió, a medias
El teutón ha sido una de las piezas más importantes del Barça, de lejos, por no decir que la más importante. Ha sido el único jugador, junto a Lamine Yamal, de mantener las buenas sensaciones a lo largo de la temporada, además de 'explotar' como asistidor. Es un fichaje de lujo para un equipo que necesitaba ese 'punto' de calidad. Por su parte, Romeu ha sido una de las grandes decepciones del curso. Comenzó como un titular indiscutible y siendo clave con Frenkie de Jong en la base de la jugada. Fue desinflándose al punto de que es el centrocampista más prescindible y apunta a salir en breve.
Lo cierto es que ambos jugadores estaban llamados a completar un centro del campo que ya estaba bastante consolidado con Frenkie de Jong, Pedri González y Gavi... pero los problemas físicos, como efecto dominó, acabaron 'matando' cualquier posibilidad de juntar a los futbolistas más 'talentosos', en papel, sobre el césped. En el escenario ideal, la medular del Barça tendría que estar formada por De Jong+Gavi atrasados, dejando a Pedri y Gündogan en la parte más adelantada del cuadrado.
A pesar de ello, no fue un plan que pudiese tener continuidad y, de hecho, 'SPORT' ha recordado que los cuatro solo coincidieron en el césped durante 68 minutos en toda la temporada. Han sido varios los factores que han influido que obligaron a Xavi a cambiar constantemente de plan y esquema. En las primeras presentaciones, por ejemplo, Gavi no fue titular por problemas en la espalda que había arrastrado desde la pretemporada. Los culés salieron con Romeu, De Jong, Gündogan y Pedri.
Las lesiones han 'condenado' a un Barça que no consiguió (¿o no buscó?) soluciones
El sevillano pasó a ser indiscutible cuando el ex de Las Palmas cayó lesionado, a finales de agosto. Se sumó como el cuarto centrocampista y, desde entonces, las lesiones han estado al orden del día para todos: Cuando se recuperaba uno, caía otro. El entrenador egarense no encontró la fórmula para que su centro del campo tuviese solidez, sin importar los protagonistas, y fue uno de los grandes problemas con los que se topó el Barça en esta temporada. No es una 'excusa' para justificar la decepcionante actuación del equipo, pero sí un factor que tuvo un importante efecto.
Y es que no hay que pasar por alto que en el comienzo de curso Pedri se perdió 12 partidos, y posteriormente fue De Jong quien se marchó a la enfermería... Justo antes de la rotura de ligamento cruzado de Gavi, a mediados de noviembre durante un partido con España, que le forzó a perderse el resto del curso. Además, tanto el canario como el neerlandés han sido víctimas de diversos problemas físicos que les han mantenido al margen durante largos tramos.
Todos los inconvenientes han forzado al cuerpo técnico a explorar vías alternas para formar el centro del campo. Desde retrasar a Gündogan al pivote, en algún momento, hasta contar de manera constante con Fermín López y reconvertir a Andreas Christensen a mediocentro en este último periodo. Han sido soluciones de emerngencias, para apagar los incendios, pero nada permanente. El gran hándicap del Barça ha sido, probablemente, no encontrar la fórmula para el funcionamiento de su medular como corresponde.
Las soluciones y decisiones tienen que ir más allá de los fichajes
Y es algo que, al final del día, va más allá de los nombres que estén en nómina. Es muy cierto que la baja de Busquets ha sido una muy dolorosa para el 'estilo' de los blaugrana, pero las soluciones van mucho más allá de conseguir a un jugador 'idéntico' a él. Era el momento de cambiar, evolucionar o, simplemente, adaptar el juego a las condiciones que se tenían (o tienen). En muchas ocasiones, más de las que se esperaban, el Barça intentó a jugar a algo que no era y las consecuencias están allí. De cara a la temporada que viene, las soluciones estarán mucho más allá de sumar más nombres a la plantilla.




