Con la victoria frente al Girona en la jornada 19 de LaLiga y a la espera de un partido reprogramado ante el Real Betis, el FC Barcelona se ha consolidado como el mejor equipo en la primera vuelta del torneo de la regularidad, toda vez que incluso con una fecha por disputar, el equipo que le escolta en la clasificación, el Real Madrid, no tiene posibilidades de igualarle o superarle en la tabla de la competición en esta mitad.

Si bien aún resta media Liga por disputarse y un total de 60 puntos en juego, el escenario arroja muy buenas señales para el equipo azulgrana, que a lo largo de su historia en este torneo ha cantado el alirón el 61,54 % de las veces en las que ha terminado en la cima de la clasificación tras la primera mitad de las fechas, dejando un panorama muy alentador para los de Xavi Hernández, que tienen esta competición como prioridad.

Esta tendencia no siempre ha mostrado el mismo comportamiento, toda vez que en los primeros 10 campeonatos ligueros obtenidos por el Barça solo terminó siendo 'campeón de invierno' en tres oportunidades (las ediciones 1958/59, 1973/74 y 1984/85, por lo que para entonces era más cercana a un 30 %. Posteriormente, el Barcelona revalidaría el 'título' en 16 oportunidades, logrando alzarse con el trofeo en 13 de ellas, definiendo un patrón más favorable.

Las remontadas al Barça como campeón invernal

Las últimas remontadas al Barça por parte de sus rivales en la competición se han producido en el siglo XXI. La primera de ellas fue en la 'Liga del clavo ardiendo' en la temporada 2006/07, en la que el título fue para el Real Madrid de Fabio Capello tras una última fecha de infarto. La segunda tuvo lugar en el curso 2013/14, cuando los honores serían para el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone que se coronó en el Camp Nou, mientras que la última se produciría en la segunda mitad de la temporada 2019/20 tras la interrupción por el confinamiento, nuevamente con el título en manos del Madrid de Zinedine Zidane.

Cabe destacar que en estas tres oportunidades, la ventaja de los azulgranas con respecto a sus más cercanos perseguidores en la clasificación no estaba tan pronunciada. En el primer caso, la diferencia con respecto al Sevilla y el Madrid era de un punto; en los dos siguientes, los culés se encontraban en la cima gracias al diferencial goleador que parcialmente les daba la ventaja, misma que se anula después de los dos duelos directos entre los equipos en cuestión al ser el primer criterio de desempate al final del curso.