Ronald Koeman salió del Clásico ante el Real Madrid sin daños colaterales y con mucha tranquilidad, porque su futuro como entrenador azulgrana nunca estuvo en riesgo. El FC Barcelona lo respalda y así lo hará, por lo menos, hasta el mes de junio, cuando acaba oficialmente su contrato con el club. El neerlandés sale a flote en una nueva derrota, en la que por primera vez no ha sido el máximo señalado, aunque un grupo de aficionados 'cargó' contra él a su salida del Camp Nou. 

"No tenemos jugadores del nivel y la pegada que teníamos antes... Este es un equipo en construcción", destacó el secretario técnico del Barça, Ramón Planes, tras el partido ante los madridistas. Pesimismo o conformismo. Antes, la 'excusa' era que habían demasiados jugadores lesionados, ahora que el equipo está construyéndose de nuevo tras las salidas importantes en el último verano de Leo Messi o Antoine Griezmann, dos jugadores que fueron clave para 'sostener' al Barça en el último año, pese a quien le pese, y a los que no se le ha encontrado sustituto. 

Koeman venía con el 'colchón' de las victorias ante el Valencia (3-1) y Dynamo de Kiev (1-0), por lo que el resultado ante el Madrid, en teoría, no iba a tener trascendencia. La historia hubiese sido distinta si en los partidos anteriores el Barça se hubiese dejado puntos, pero de momento el objetivo del club, que es que siga hasta junio, no se ha modificado. Joan Laporta lo había adelantado antes de celebrar este sábado los 50 años del Palau Blaugrana, el sábado: "Sí, sí, por supuesto que Koeman continuará tras el Clásico", una frase que comienza a ser habitual en el presidente, cambiando el partido. 

Ahora, la mirada está puesta en ganar los próximos tres partidos, que serán claves para que el Barça siga vivo en la competiciones, porque a pesar de la derrota ante el Madrid y que el cuadro azulgrana esté a cinco puntos de la Casa Blanca y a seis del liderato, tuvo oxígeno con el triunfo ante el Valencia y sigue con esperanza en la Champions tras vencer al Dynamo y recibir un gran favor del Bayern con la goleada al Benfica. Contra todo pronóstico, los culés siguen dependiendo de sí mismo para meterse en octavos, pero hay que ganarlo todo.

Así pues, el Barça se juega la vida y poco más en Vallecas, Camp Nou y el Estadio Olímpico de Kiev. Contra el Rayo Vallecano de Radamel Falcao (miércoles, 19:00 horas), tienen la oportunidad de superar a un rival en la clasificación, puesto los madrileños están en la séptima plaza con 16 puntos (y un partido menos), mientras que de ganar al Deportivo Alavés (sábado, 21:00 horas), confiando en que los de arriba conseguirán algún 'pinchazo'. el Barça podría meterse, por lo menos, en puestos europeos (está a tres puntos de Europa). 

Jugándose la vida en Champions

En la Champions League, el martes 2 de noviembre (21:00 horas), el Barça vuelve a jugarse la vida... ¿y Koeman su puesto? porque los culés están obligados a ganar y esperar un nuevo 'pinchazo' del Benfica ante el temible Bayern. De ser así, estarían alcanzando la segunda plaza del grupo y con opciones reales de pasar a octavos, puesto solo tendrían que ganar a los portugueses, en el Camp Nou, y esperar lo mejor en Múnich. 

Ante todo esto, Koeman seguirá tranquilo en el banquillo, porque la confianza del club la tiene incluso en las adversidades y queda claro que eso de “lo que no puede pasar es lo que pasaba en estos últimos años, que se perdía y no pasaba nada. Con nosotros, perder tiene consecuencias” que dijo Joan Laporta a finales de mayo, cuando terminó la temporada, ha quedado solo en un mensaje de falsa esperanza.