Los partidos de pretemporada no tienen ningún valor en términos de prestigio, pero sí que son muy interesantes para poder ver el rendimiento de los nuevos fichajes y cómo van progresando en su adaptación al grupo. Malcom es uno de los grandes atractivos de los partidos del FC Barcelona en la gira americana y lo cierto es que no está defraudando.

La posición natural de Malcom es la de extremo derecho. En este sentido, tendrá una dura competencia con Ousmane Dembélé por hacerse con un puesto en el carril diestro del ataque del FC Barcelona durante la próxima campaña. Pese a tratarse de jugadores habilidosos, polivalentes y ambidiestros, hay ciertos aspectos del juego que les diferencian.

En uno de ellos, sin embargo, parece que Malcom está por encima pese a haberle podido ver en sólo dos partidos. Algo en lo que Ousmane Dembélé debe trabajar duro para convertirse en el jugador de élite que todo el mundo espera: la capacidad de tomar buenas decisiones durante los partidos.

Dembélé es un jugador con unas condiciones físicas y técnicas extraordinarias: es muy rápido, tiene buen regate, buena zancada, capacidad de golpear con las dos piernas... No obstante, a veces le falla su capacidad de elegir qué habilidad usar en cada momento. Es decir, regatear cuando debe regatear, chutar cuando debe chutar y pasarla en el momento exacto.

En apenas los dos ratos en los que se ha podido ver el juego de Malcom, el brasileño ha demostrado que tiene las ideas muy claras en este aspecto. Cuando tiene el balón, siempre suele encontrar la manera de ser eficiente para la producción ofensiva del equipo. Ha demostrado que sabe asociarse, que tiene buen golpeo y que su adaptación a los engranajes del juego culé va viento en popa.

Malcom y Dembélé: dos jugadores de gran técnica

En el apartado técnico, estamos ante dos jugadores muy aseados. Ambos poseen en el regate, la rapidez y el desborde las armas básicas en su juego. Dembélé es un jugador espectacular cuando juega con espacios, utilizando su gran zancada y su regate en velocidad. Malcom, por su parte, es tremendamente efectivo en el regate rápido en distancias cortas, algo útil contra equipos cerrados.