El FC Barcelona no fue capaz de pasar del empate ante la UD Las Palmas y redujo su ventaja respecto al Atlético de Madrid a cinco puntos. Leo Messi adelantó a los azulgranas de falta y Calleri empató de penalti. Pese a que los azulgranas no pudieron mostrar su mejor nivel, el árbitro Mateu Lahoz tuvo una influencia decisiva en el partido.

En el tramo final del primer tiempo, Luis Suárez controló el balón y se plantó sólo ante Leandro Chichizola. El portero argentino salió del área y le robó el balón con la mano al uruguayo, algo que tendría que haber supuesto falta y cartulina roja para el guardameta de la UD Las Palmas al tratarse una ocasión manifiesta de gol. No obstante, el colegiado no lo vio y dejó seguir.

Tras el descanso, en el túnel de vestuarios, varios jugadores del Barça le pidieron explicaciones por su error a Mateu Lahoz. Aleix Vidal mantuvo una conversación con él en la que el árbitro le explicó la jugada: "No, si seguro Aleix, pero desde mi posición no puedo verla y no que no veo no puedo...", dijo, antes de acabar, de forma burlesca, con un "la responsabilidad mía, máquina".

El error pudo cambiar el partido por completo, ya que hubiese dejado al equipo canario con un futbolista menos durante una parte entera y con el marcador en contra. No fue el único error del árbitro en el partido, que terminó injustamente en empate.

Mateu Lahoz se siguió coronando

Mateu Lahoz volvió a tener protagonismo al inicio de la segunda mitad al pitar un penalti completamente inexistente de Digne por unas manos completamente involuntarias. Nadie pudo saber por qué motivo Mateu Lahoz señaló la pena máxima a instancias, se supone, de uno de sus asistentes. Más tarde también perdonaría la expulsión a Gálvez por una dura entrada a Leo Messi y perdonaría un penalti claro sobre Paulinho.