El barcelonismo vio este martes por vez primera, contra la Juventus de Turín en el Camp Nou, la presencia en el once titular del nuevo tridente ofensivo del FC Barcelona, la 'LSD', que carburó a buen nivel a pesar de que Leo Messi fue con diferencia quien más brilló.

Dembélé generó desequilibrios en la banda derecha del flanco de ataque y acumuló a jugadores contrarios cada vez que intentó desbordar hacia el centro del área, pero no consiguió ver portería independientemente de que contribuyó en muchas jugadas de ataque, provocó faltas, alguna tarjeta amarilla y también un posible penalti no señalado por el árbitro.

Más gris fue el partido de Luis Suárez, que a excepción de un gol anulado por fuera de juego previo de Jordi Alba y de un tiro lejano que despejó Buffon a córner, prácticamente ni se le vio sobre el césped más allá de la brega que siempre da contra las defensas rivales.

Está claro que fue un primer intento de lo que se busca con el nuevo tridente, pero la 'LSD' ya dio muestras de calidad y magia como para confiar en sus prestaciones de cara a los próximos partidos. Aunque Leo Messi y Suárez todavía deben adquirir sintonía con Dembélé, se espera que ésta llegue progresivamente con el paso de los encuentros y, puede, también de las temporadas.

El barcelonismo, con motivos para la ilusión

Recordemos que a Neymar Jr le costó una temporada entera adaptarse al Barça, y eso que aterrizó mucho más rodado a nivel internacional que Dembélé, quien empezó a jugar al fútbol relativamente tarde y que hace dos años estuvo a punto de dejarlo cuando todavía militaba en el Rennes.

Así las cosas, al aficionado del FC Barcelona habrá que pedirle paciencia para que la 'LSD' termine de asentarse en el flanco de ataque y, poco a poco, genere tardes y noches de gloria al barcelonismo. Todo llegará, pero de momento hay buenas sensaciones. Y con Leo Messi en este estado de gracia... Sólo se puede pensar en positivo.