Llegaba el FC Barcelona a Cornellà-El Prat con una confirmación certificada antes de jugar ante el RCD Espanyol y otra duda, no desvelada hasta que Luis Enrique dio el once titular. La primera era la vuelta a la carga de la MSN en el ataque azulgrana.

Y es que Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Júnior llevaban tres partidos seguidos en Liga sin jugar juntos. La sanción de "Ney" hizo que los blaugranas tuvieran que improvisar con Paco Alcácer como extremo zurdo frente a la Real Sociedad y Real Madrid. Arda ocupó ese puesto en el último duelo contra Osasuna, con Luis Suárez en la banqueta y el valenciano en la punta de lanza. Por ello, los tres mejores delanteros del mundo volvía con más ganas que nunca a la carga.

La principal duda radicaba en el centro del campo barcelonista. Allí era baja por lesión el capitán Andrés Iniesta, guardado en el partido frente a los navarros para poder llegar ante los pericos, pero no pudo ser. Y del casting que tenía "Lucho", el asturiano volvió a apostar por André Gomes.

Los goles de André Gomes le valieron para ser el elegido

El niño de los ojos del técnico culés respondió con un partido serio, en el que fue de menos a más y donde anotó dos goles vitales. El primero para colocar el dos a cero en el marcador. El segundo, fue el tres a uno cuando la cosa parecía que se podía complicar. Se quedaron con ello Denis Suárez y Arda en el banquillo, los otros dos candidatos para jugar en ese interior zurdo.