La temporada 2017-18 ha supuesto una revolución para el FC Barcelona, que se vio sacudido por la fuga de Neymar en verano y ha reaccionado a lo grande en el mercado. Este curso ha 'reventado' su récord en inversión en fichajes, pero también lo ha hecho respecto a las ventas. El resultado, un balance bastante cuadrado.

Lo que más llama la atención es, sin duda, que ha cerrado las dos incorporaciones más caras de su historia. A Philippe Coutinho (120 millones de euros) y Ousmane Dembélé (105 'kilos') hay que añadir a Paulinho (40), Nélson Semedo (30,5), Gerard Deulofeu (12), Yerry Mina (11,8) y Marlon Santos (5), todos ellos sin contar unas variables que en su mayoría computarán fuera del actual ejercicio.

En total, 324,3 millones de euros, un gasto a la altura de los actuales jeques que dominan el panorama mundial, pero que queda muy compensado por las salidas, en particular, la del delantero brasileño. Con los 222 'kilos' del de Sao Paulo y los 4 recaudados por Cristiano Tello, son 226 los recuperados, dejando el total en 98,30 millones invertidos, una cifra mucho más asumible.

Planificación de futuro

A pesar de que ya ha empezado a cuadrar la caja, aún podría resolver más cuestiones en lo que queda de ventana invernal y/o en el próximo verano, ya que podrían llegar más ingresos por Javier Mascherano (10 millones), Rafinha Alcántara (35), Gerard Deulofeo o Aleix Vidal.

La marcha de Arda Turan al Istambul Basaksehir también ha supuesto un desahogo a nivel de masa salarial, el asunto que más preocupa en las oficinas del Camp Nou. Aún quedan deberes pendientes, y habrá algunas novedades en los próximos meses. Si, además, el Barça mantiene su apuesta por Antoine Griezmann, habrá que dar algunas bajas más, y está por ver cuáles serán los cambios en la plantilla. Esto no se detiene.