Volvió, otra vez más, el FC Barcelona a celebrar junto a su afición otra temporada cargada de grandes éxitos. Los jugadores del primer equipo de Luis Enrique, con las ausencias destacadas de Leo Messi, Luis Suárez, Rafinha Alcántara, Thomas Vermaelen y Arda Turan, no faltaron a la cita con su hinchada, a la que en boca del propio entrenador agradecieron todo su apoyo, sobre todo en días difíciles como ante el Valencia CF.

"Nos habéis animado mucho este año", arengó el asturiano a un público totalmente entregado a su causa. Los azulgranas volvieron al Estadi con un "póker" de títulos con la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes FIFA, la Liga BBVA 2015-2016 y la Copa del Rey. Torneos de los que, a pesar de su cantidad, algunos futbolistas echaban en falta uno. Como Neymar que afirmó que "la temporada ha sido muy difícil, estoy un poco triste por no tener la Champions aquí", dijo el de Sao Paolo.

Esa es la ambición que quiere todo el barcelonismo, que rápidamente respondió con una atronadora ovación. El mismo público que horas antes recibió a las categorías de formación de la entidad, al equipo campeón de hockey patines y al de balonmano, con su capitán Víctor Tomas a la cabeza. Posterior a ello, el Barça volvió a demostrar que sigue siendo el club que mejores espectáculos ofrece en el mundo.

Acostumbrados a ganar y a celebrarlo, cada año se superan más. En esta ocasión los más de 50 mil espectadores que se dieron cita en el Estadi fueron testigos de la animación y la música, casi ensordecedora. El espectáculo piromusical fue realmente increíble y sorprendió a todo el mundo. Posteriormente, los jugadores fueron haciendo su entrada uno a uno, con sus familias que fueron realmente las protagonistas de la noche. Tras ello, Luis Enrique fue el primero en hablar y en llevarse una gran ovación.

Gerard Piqué volvió a ser Gerard Piqué y a lanzar un nuevo dardo a la Caverna. Andrés Iniesta habló antes, con respeto y siempre comedido. Dani Alves, Neymar Júnior y Javier Mascherano fueron los últimos en coger la palabra, entre los gritos de júbilos y los que se acordaban del mejor del mundo, ausente: "Meeeeessi, Meeeeeessi", gritaban.