El FC Barcelona disputaba este 2 de octubre, y frente al Celta de Vigo, el último de los siete encuentros seguidos que tenían los azulgranas en estas últimas cuatro semanas antes del parón por selecciones de la semana que comienza. Algo que los técnicos del equipo culé han tenido muy en cuenta a la hora de sacar depende qué alineación frente a los gallegos.

No era el del Celta un partido para andar haciendo experimentos y "Lucho" lo sabía. Después de caer goleados por cuatro a uno en la ida de la pasada 2015-2016, el entrenador asturiano se pasó los días anteriores avisando a sus hombres del peligro. Sin embargo, resultó extraño ver como salí con un once en el que faltaban puntales claves como Javier Mascherano, Andrés Iniesta e Ivan Rakitic.

Pero analizado desde el punto de vista lógico, todo tiene un por qué. Luis Enrique estaba pensando en el gran desgaste que tendrán sus hombres en los siguientes dos compromisos con sus selecciones y por ello prefirió darles descanso. España disputa dos choques de alta tensión, uno frente a Italia y otro ante Albania, lejos de la Península Ibérica. Dos viajes que pueden desgastarlos y que por ello esperaron su turno en la banqueta. No se la jugó, eso sí, con Sergio Busquets.

De hecho, la duda del mediocentro de Badía de si entraba o no en la alineación se mantuvo hasta el final. La necesidad de sus cualidades en un encuentro de estas características hizo que el técnico apostara por él. A diferencia de un Ivan Rakitic que será el motor de una Croacia sin Luka Modric, lesionado de su rodilla izquierda. Kosovo y Finlandia, ambos fuera de casa, son los duelos de los balcánicos.