Algún día tenía que llegar: el adiós de Andrés Iniesta del FC Barcelona es cada día más cercano. El capitán azulgrana abandonará el Camp Nou a final de temporada para poner rumbo a la Superliga de China. Algo que choca, especialmente por dejar el equipo en uno de los mejores momentos de su carrera, ya que en la presente temporada ha recuperado el nivel hasta tal punto de recordar a su mejor versión.

El hueco emocional que dejará el manchego en el barcelonismo será inmenso, pero hay que ser fríos y pensar también en el hueco deportivo que dejará en el centro del campo del FC Barcelona, del que sigue siendo el amo y señor absoluto, manteniéndose como el cerebro del equipo en ataque. Será una pérdida muy importante para Ernesto Valverde.

Philippe Coutinho, el elegido

El FC Barcelona desembolsó 120 millones de euros en enero por hacerse con los servicios de Philippe Coutinho, que llegó procedente del Liverpool. El objetivo era que llegase el pasado verano, pero su fichaje se pospuso a enero. No obstante, estos cuatro meses que hace que el brasileño está en el equipo le han servido para adaptarse al fútbol del Camp Nou.

En estos momentos, Philippe Coutinho ya es un jugador clave en los esquemas del FC Barcelona. El brasileño ha demostrado sus grandes habilidades para dar el último pase, para desbordar con sus frenéticos regates y ara ser na amenaza con sus tiros lejanos. Todo ello le convierten en un centrocampista muy completo que, tras la marcha de Iniesta, tendrá que incrementar responsabilidades.

Con el peso de hacer olvidar a Iniesta

Tras unos meses de adaptación al FC Barcelona, en la temporada 2018-19 Philippe Coutinho tendrá que cargar con una responsabilidad todavía mayor en el centro del campo del FC Barcelona, ya que Andrés Iniesta no estará. El brasileño fue el elegido como relevo generacional del manchego y deberá ayudar al equipo a mantener la esencia de su juego, basada en la posesión y en la precisión de los movimientos con y sin balón.

Es cierto que no se le puede pedir a Philippe Coutinho que se convierta en Andrés Iniesta, y menos cuatro meses después de su llegada. No obstante, sí que debe dar un paso al frente y seguir demostrando por qué la secretaría técnica se empeñó tanto en su fichaje. Las cualidades técnicas las tiene, ahora falta ver qué nos depara su futuro como culé.