El FC Barcelona ha cosechado la primera derrota del 2018 en el derbi de Copa del Rey contra el RCD Espanyol, y dentro de una semana afrontará un enfrentamiento decisivo en el Camp Nou que definirá cuál es el equipo clasificado para semifinales. La remontada es un mensaje común en el vestuario azulgrana, y hay muchos motivos para creer que se puede lograr.

Las estadísticas avalan la misión del vigente campeón del torneo, que ya se ha visto en esta situación en numerosas ocasiones y se las ha apañado para salir victorioso. Los precedentes indican que de las 13 veces en que los culés afrontaron la vuelta en casa con un 1-0 en contra, en 12 acabaron volteando la eliminatoria. Únicamente en los octavos de la campaña 1981-82 un empate sin goles contra el Atlético significó un final prematuro en la competición.

Los datos no son tan halagüeños en lo que corresponde a los blanquiazules, que pretenden hacer valer aquello de que las estadísticas están para romperlas. Solamente en 3 de sus 9 oportunidades los pericos lograron pasar de ronda manteniendo la ventaja que este miércoles amarraron en el RCDE Stadium. La conclusión, igualmente, está clara, será el Camp Nou el que decida.

Derrota circunstancial

El análisis del tropiezo frente al Espanyol ha tenido un tono responsable pero ambicioso por parte de los jugadores del Barça, que han explicado que la derrota era algo que esperaban que llegara pero que ahora el objetivo es remontar. Futbolistas como Sergio Busquets y Sergi Roberto no se han andado con rodeos a la hora de valorar las posibilidades de los azulgrana, y han opinado en la línea de Ernesto Valverde. La Copa ofrece una segunda oportunidad y están dispuestos a aprovecharla, porque en el camino están en juego las semifinales.