El Clásico es siempre un partido que cualquier aficionado al buen fútbol no se puede perder, sea en la competición que sea. Antes de que se jugara el primer Clásico de la temporada 2016-17 entre FC Barcelona y Real Madrid este sábado, sin embargo, se llevaron a cabo una serie de actos que pusieron la piel de gallina justo antes de que diera comienzo el encuentro.

El primero de ellos fue un mosaico gigante realizado de manera muy ordenada por la afición del Camp Nou. El club, que suele innovar casi siempre en sus mosaicos, esta vez optó por componer una imagen dinámica que fue construida en distinta fases, al ritmo del himno azulgrana que se escuchaba en los altavoces del estadio y cantaban los seguidores culés a pleno pulmón.

En la imagen podía leerse el tradicional "Força Barça", con los colores de la senyera catalana y el azul y el grana del FC Barcelona. En el centro del mosaico, además, podía contemplarse a dos jugadores vestidos con las equipaciones de Barcelona y Real Madrid, disputándose un balón.

Sin lugar a dudas, un mosaico espectacular que precedió a otro de los momentos emotivos de la tarde. Y ese fue el minuto de silencio con el que ambos equipos, y todo el estadio, recordaron de forma especial a las víctimas del Chapecoense. La seriedad de los rostros de los jugadores dio a entender la gran concentración acumulada sobre el césped.

Poco después, el espectáculo se trasladó al terreno de juego en forma de fútbol y un férreo marcaje de los jugadores del Real Madrid a los futbolistas culés, en forma de constantes faltas e interrupciones.