Si la temporada pasada los medios de la "caverna" mediática de la capital llegaron a llamar "conservador" a Luis Enrique, en los últimos cuatro días el entrenador del FC Barcelona ha demostrado que, con la plantilla que tiene actualmente entre manos, es capaz de sacar prácticamente dos onces distintos contra rivales de juego semejante como son Deportivo Alavés y Celtic de Glasgow.

Y es que los escoceses salieron este martes de nuevo a poner el autobús en el Camp Nou, pero esta vez "Lucho" decidió poner al once de gala a excepción de André Gomes, que fue la única gran novedad de inicio, relevando a un Andrés Iniesta a quien todavía le falta algo de rodaje para estar al cien por cien.

Contra el Deportivo Alavés, el Barça disputó el partido con una alineación plagada de suplentes habituales, aunque fueran jugadores de gran nivel competitivo. Frente al Celtic FC, "Lucho" colocó sobre el césped a ocho cambios con respecto al encuentro ante los vascos, incluyendo al portero, Marc-André Ter Stegen, que se recuperó inesperadamente de las molestias que sufría.

Pese a la derrota sufrida por la mínima contra el Alavés (1-2), un mero accidente, el Barcelona ha demostrado en cuatro días que tiene una gran profundidad de plantilla, y que esta vez sí conseguirá -o al menos ese es el objetivo- que sus principales "cracks" tengan el descanso suficiente como para llegar frescos al tramo final de la temporada. Esto acaba de empezar, es cierto. Pero en el Barça se respiran buenas sensaciones.