Dura derrota para el FC Barcelona frente al Deportivo de la Coruña más por cómo se dio y por lo que supone que por el resultado final. Y es que, tal y como afirmó Luis Enrique al término del duelo, era el momento perfecto para demostrar que este Barça va a por todos los títulos.

Y no se produjo la derrota, coincide el entrenador, por haber salido desenchufados o pensando en la histórica remontada del partido anterior. Sino que en frente tuvieron a un equipo que supo jugar sus bazas y las ocasiones ofensivas azulgranas no acabaron de ser acertadas dentro del arco rival.

"Viendo un poco el inicio del partido se ha visto que sería un partido que nos iba a costar. No es que fuéramos a inventar la pólvora. Hemos empezado bien pero no hemos tenido la fluidez necesaria. Ellos se han ido creciendo. Nosotros luego hemos cometido errores. Era clave quién se adelantase o al menos yo lo consideraba así. A pesar del empate nos han seguido haciendo transiciones. Hay que aceptar la derrota y pensar que siguen quedando muchas jornadas", explicó el entrenador culé en la rueda de prensa posterior al choque.

Un partido en el que, confirmó "Lucho" a los suyos les "ha faltado lucidez y ha sido una pena. Era muy importante de cara a seguir en nuestra línea ascendente este partido, pero no ha sido así. El rival ha aprovechado dos jugadas claves y luego en los últimos minutos incluso nos pudieron hacer alguno más en la transición".

No habrá partido fácil a partir de ahora

Su rival esta tarde se jugaba la vida para tratar de salir de la zona peligrosa de la tabla. Eso sostuvo el míster culé que negó cualquier tipo de relajación de los suyos. "A los jugadores no les ha costado asentarse en la realidad. Sólo uno que haya podido vivir esto sabe lo que significa todo lo que hemos vivido esta semana, pero sabíamos que los puntos costarían. Entramos en las jornadas finales. Por abajo se ganan puntos. No habrá partido fácil, pero partido fácil para nadie. Habrá enfrentamientos directos y hay que hacer un fin de temporada bueno para aspirar a los títulos", explicó

Y es que "preveíamos que iba a ser un partido difícil por todo. Lo que pasó el otro día siempre tiene incidencia o puede tener incidencia. Un poco por lo que veíamos ya sabíamos esa dificultad pero el equipo estaba concienciado. Otra cosa es que pudiésemos o no".

Concluyó el entrenador del Barça dejando claro que los uyos sabían de la dificultad del partido: "Preveía dificultad máxima. Siempre sé de la dificultad que tiene ganar cualquier partido y en este tramo final de la temporada suele ser un hándicap para todos".