Andrés Iniesta se despidió este domingo, en el Camp Nou, de todo el barcelonismo como el segundo jugador que más partidos ha disputado con la elástica azulgrana en la historia del club. El de Fuentealbilla ha dejado el listón en un total de 674 partidos, una cifra considerable y que sigue estando por debajo de los 767 encuentros que disputó Xavi Hernández con el FC Barcelona.

Leo Messi es quien completa el podio en la actualidad con 637 partidos, y se prevé que ya sea la próxima temporada 2018-19 cuando el astro argentino supere a Andrés Iniesta en número de partidos jugadores, quedándose tan sólo por debajo de un Xavi Hernández a quien también se prevé que supere durante los próximos años, siempre y cuando no decida hacer las maletas del Barça de forma inesperada.

Así las cosas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Leo Messi son quienes dominan el podio en la actualidad, por delante de Carles Puyol (593 partidos), quien habría disputado más choques de no haber sido por las lesiones que sufrió a lo largo de su carrera.

Iniesta salió en el once titular de Ernesto Valverde este domingo contra la Real Sociedad, no como un Leo Messi que se quedó en el banquillo y entró en la segunda mitad. Cuando Valverde decidió cambiar a Iniesta, a falta de diez minutos para el final, el manchego se dirigió a Messi para colocarle un brazalete de capitán que el astro argentino ya llevará de manera permanente la próxima temporada.

De Iniesta a Messi: Relevo en el FC Barcelona

No es más que la imagen que constituye el relevo generacional en la capitanía del FC Barcelona, y también sobre el césped. Leo Messi se erigirá como el gran peso pesado del equipo de cara a las futuras campañas que dispute vistiendo la elástica culé, y el objetivo es que llegue a superar a Xavi Hernández de aquí a un tiempo y se coloque como el jugador con más partidos disputados en el club.

En cuanto a Iniesta, recordemos que debutó oficialmente con el Barcelona el 29 de octubre de 2002 en un partido de UEFA Champions League frente al Brujas. Desde ese día, demostró la gran clase mundial que esconde en las botas, habiéndose convertido en uno de los mejores centrocampistas de la historia. Este domingo se despidió. Para el adiós de Messi, por suerte, todavía queda mucho.