Después de haberse entregado a la magia de Leo Messi, en lo que muchos calificaron como uno de los mayores actos de deportividad en un derbi catalán, al entrenador del RCD Espanyol, Quique Sánchez Flores, se vio obligado a pedir disculpas. Y es que diversos sectores de la afición "perica" atacaron al técnico, así como diversos medios.

"Me he sentido frustrado por las reacciones que se han dado estos días (tras el derbi). Si he causado una pequeña o gran decepción, mil disculpas pues no era mi voluntad, sino un deseo espontáneo. Estoy entregado a una causa de identificación total con el Espanyol y de máximo agradecimiento por cómo nos han recibido. Lo lamento de verdad pues lo que siempre intento hacer es tratar muy bien a los adversarios en todos los partidos, sin distinción de los rivales", afirmó el entrenador.

Insistiendo en ello, Quique pidió "mil perdones si hemos herido la sensibilidad. No tengo un conocimiento exacto de esta entidad de 116 años pues sólo llevo aquí 3 meses. Mil perdones y disculpas y a seguir empujando para seguir construyendo una buena relación con la afición, un arma fundamental para que el equipo vuele".

Gesto absoluto de deportividad de Quique hacia Messi

"Es difícil parar a Leo Messi. Le felicité por su humildad. Le pegan, no se queja y sigue jugando", señaló el técnico del conjunto perico, que reveló además que su hijo es un gran fan del argentino. "Mi hijo es fan del Barça y me pide hasta su camiseta".