El primer diagnóstico de Xavi: El Barça, con muchos puntos débiles

Xavi Hernández es optimista con el futuro de su FC Barcelona, pero sabe que la situación es traumática y repleta de problemas. El empate ante el Sevilla, un partido que los azulgrana dominaron en gran parte, fue la última (pero enésima prueba) de que al equipo, aunque lo intente, no le alcanza con lo que tiene a día de hoy. Va más allá del talento o capacidades de los jugadores e interviene la falta de confianza o la fiabilidad en ellos mismos. 

El entrenador egarense dio la clave de su diagnóstico en la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán, apuntando que "hemos merecido ganar, las hemos tenido con uno menos ellos, pero también once contra once. Hemos jugado a lo que queremos. El equipo va creciendo. Estamos bien en presión tras pérdida, en presión alta, pero nos vamos con un empate (...) Tengo una sensación agridulce porque la sensación del equipo es buena. Me costará dormir porque deberíamos haber ganado porque hemos estado media hora con uno más". Sin embargo, sigue sin ser suficiente.

Y es que uno de los grandes problemas de este Barça está siendo que encaja demasiados goles. Desde la llegada de Xavi Hernández han sido siete, y resulta curioso que cinco de ellos han llegado tras una jugada de estrategia (contra el Sevilla, el último). El equipo se 'pierde' en el balón parado y pierde cualquier facultad para defender: pueden haber cinco culés cubriendo al rematador... y no pasa nada. 

Eso es en la defensa, pero en el ataque es donde hay más problemas para los culés. Pueden pasar los 90 minutos del partido merodeando el área rival y los goles se van a resistir. Gerard Piqué lo reconoció una vez, tras el partido contra el Atlético de Madrid: "Y nosotros podríamos estar tres horas jugando al fútbol que no meteríamos un gol. Está difícil. Estamos sufriendo, te voy a ser sincero. No queda otra que seguir luchando y trabajando. Tenemos que desconectar y volver con más fuerzas". 

El Barça tiene un serio problema en las áreas y Xavi quiere encontrar una solución, pero es complicado. Los jóvenes siguen siendo la gran ilusión y esperanza de los culés. El de Terrassa lo reconoció, de hecho. Están sosteniendo al equipo y dejando evidenciados a los que deberían tomar el liderazgo y llevar a los culés a una mejoría. No está pasando y el Barça no puede quedar en una situación en la que dependa absolutamente de sus promesas. 

Eso sería un completo error. Son jugadores jóvenes, que se van a equivocar una y otra vez hasta aprender. Es un ciclo por el que han pasado todos y no será la excepción. Leo Messi tuvo a sus 'maestros' en el campo, también en el Barça, así como Gerard Piqué, Xavi, Iniesta... Queda la sensación de que, hoy por hoy, los jóvenes no tienen quién les ayude a que el camino sea más sencillo... y, como son los únicos que aparecen, corren con la mala suerte de ser señalados si algo sale mal. 

La economía no invita al optimismo 

En situaciones normales, a falta de efectivos y jugadores 'confiables', el Barça saldría al mercado a concretar dos o tres incorporaciones que consigan el balance en el equipo, pero ahora la crisis económica y falta de 'cash' ahoga a los azulgrana. No hay con qué salir a comprar y Ferran Torres apunta a ser la única incorporación en enero, además de Dani Alves. Queda ver si es suficiente para 'curar' todos los males que tiene el cuadro azulgrana en la actualidad... pero será complicado.