La selección española se dio un festín este sábado ante Italia. Un repaso mayúsculo -sobre todo en la segunda mitad-. Una exhibición que hacía tiempo no se veía en este equipo. Un dominio constante de la posesión, verticalidad, espacios, profundidad en las bandas... y una medular sensacional. Es ahí dónde ejerce 'La Roja' su hegemonía.

Busquets, Silva, Isco, Koke e Iniesta. Cinco jugadores que se compenetran para hacer diabluras. Consistencia, sacrificio físico y muchísimo talento. Casi imposible detener un centro del campo así. Arriba, Asensio en solitario para buscar la espalda de los defensores o caer a la banda para desbordar. 

Del partido de este sábado podemos intentar extraer algunas conclusiones. ¿Está caducado el modelo del Barça? Parece evidente que no. Quizás se podría repoblar otra vez el centro del campo -con jugadores de nivel, claro-. Y Messi o Suárez arriba como única referencia. Es un sistema inviable a día de hoy porque se tiene a extremos como Dembélé y Deulofeu, pero España demostró anoche que desde la posesión se siguen dando recitales. 

Valverde tendrá que ir definiendo cómo puede ser el nuevo Barça, cómo encaja las piezas y cómo consigue recuperar la excelencia del equipo. No será fácil, pero esto no ha hecho nada más que empezar.

El Bernabéu ovacionó a Iniesta

Es evidente que en toda España se admira a Iniesta. Fue el hombre que marcó el gol más importante de la historia de la selección. Arropado por Koke y Busquets mostró una de las mejores versiones en las últimas semanas, contemporizando, repartiendo juego y dejando varios pases que dejaron solos a los atacantes de la 'Roja'. Salió ovacionado de forma merecida por el Bernabéu.