Raphinha, notable partido penalizado por su nula 'pegada'

El FC Barcelona no pudo pasar del empate en su visita al Valencia en Mestalla. El gol de Hugo Guillamón neutralizó el tanto inicial de un Joao Félix que, más allá de empujarel balón hacia la portería en esa ocasión, pasó inadvertido en el choque. No estuvo acertado ni preciso y ha sido una continuidad de lo que viene ofreciendo el cuadro azulgrana en estas últimas semanas: Pocas respuestas en el ataque. En esta ocasión, se ha 'salvado' un Raphinha que monopolizó, de a ratos, el ataque y que se ha reencontrado con buenas sensaciones. 

El internacional con Brasil siempre demuestra que es un jugador potente en el uno contra uno y que cuando se va en carrera puede ser un auténtico peligro, pero pocas veces termina marcando la diferencia donde importa: el electrónico. Sin embargo, en estas últimas semanas había causado preocupación cómo estaba fallando en completar, al menos, las jugadas. Las decisiones desacertadas estaban siendo su 'norte'. 

Contra el Valencia no ha dejado una exhibición, ni mucho menos, pero sí ha dejado un 'color' diferente al ataque blaugrana. Estuvo incisivo y decisivo, a pesar de que en el último pase es donde continúa fallando estrepitosamente, por mala suerte o intervención del guardameta rival. En Mestalla le han pasado las dos cosas y la frustración ha sido evidente porque ha tenido el gol en una o dos ocasiones. 

Raphinha, forzado a dar un paso al frente

Sí fue clave para dar el pase con el que Joao Félix acabó abriendo el marcador. Se desmarcó ante la mirada atenta de un Frenkie de Jong que le envió un pase con el exterior y acabó él cediendo un pase de la muerte para la llegada del extremo portugués. Tuvo su gol en varias oportunidades, pero la más clalra fue con un potentísimo remate que detuvo, in extremis, el guardameta local. Fue uno de los mejores avances del Barça, pero incluso si hubiese terminado en gol no habría subido al marcador porque el balón había salido antes. 

Raphinha está siendo una 'víctima' más del mal momento por el que atraviesa el cuadro catalán. Puede ser importante, pero tiene que dar un paso al frente más pronto que tarde para evitar volver a entrar en rotación. Sobre todo porque Lamine Yamal está esperando su gran oportunidad. Cuando comience a enchufarlas, puede ser un recurso totalmente diferencial... pero, para ello, todavía parece que falta.