Recordando a Dani Alves, el mejor lateral de la historia

La marcha de Dani Alves a la Juventus de Turín fue criticada por cómo se produjo. Nada que reprochar al brasileño, que hasta el último minuto de su último partido como azulgrana se dejó la piel como pocos extranjeros -no formados en La Masía- antes. El club dejó que se fuera gratis cuando seguramente se podría haber sacado dinero por él.

Pero ese tema ahora no merece más que una simple mención en un artículo que pretende recordar la figura de Dani Alves, un lateral genuino. Sus cabalgadas por la banda derecha tardarán en olvidarse en el Camp Nou -aunque Semedo pueda hacerlo muy bien en los próximos años, que así lo deseamos-.

Alves fue el mejor socio de Messi, el mejor lateral para el estilo de Guardiola -y de sus sucesores después- y un tipo comprometido. Técnicamente notable, tácticamente inteligente.

Aunque sus centros sacaban de quicio a algunos aficionados, sobre todo en sus últimos años, siempre acababa la temporada entre los tres máximos asistentes del equipo -junto a Messi, Iniesta o Xavi-. Sus internadas por la banda eran una constante y sus desmarques al área una solución que tuvo mucho rédito cuando las defensas se encerraban atrás.

Sus lagunas defensivas -de despistes en la espalda y colocación- eran subsanadas con un sacrificio constante, una intensidad perpetua. Los rivales sufrían su hambre competitiva que le convertía en un jugador realmente 'pesado'. Una especie de perro de presa.

Los números avalan su trayectoria

Alves llegó en 2008 al Camp Nou y jugó un total de 391 partidos como azulgrana, marcando 21 goles y repartiendo 103 asistencias. Cifras de crack. A nivel colectivo forma parte del mejor Barça de siempre. Levantó un total de 23 títulos, un registro casi inigualable -solo superado por los que todavía siguen ahora en el Barça como Piqué, Busquets, Iniesta, Messi…-.