La revolución de Setién no llega y el cántabro ya recuerda a Valverde

Ernesto Valverde hartó a la afición del FC Barcelona y acabó cansando también al propio club, que decidió prescindir de sus servicios en enero de este 2020. Con el adiós del 'Txingurri' se abría un abanico de posibilidades importante para encontrarle sustituto. Xavi Hernández era el favorito, pero el catalán rechazó la propuesta, igual que hizo Ronald Koeman, que era el 'plan b'. Tras el "no" de ambos, el Barça decidió apostar por Quique Setién​, sin equipo y feliz por la oportunidad.

El cántabro aterrizaba en el Camp Nou sin una trayectoria exitosa y solo con su concepción del juego como aval. El ex del Betis siempre ha sentido un profundo amor por Johan Cruyff y toda su escuela, por lo que parecía el idóneo para el Barcelona. La Junta Directiva quería a un técnico que cambiara el rumbo de los culés en lo futbolístico y que volviera a implantar el juego de toque y posesión que en parte se perdió con Valverde.

El santanderino llegó con esa idea y generó cierta ilusión su discurso inicial y sus primeras intervenciones. No obstante, el tiempo ha pasado y la mejora del Barça ha sido mínima en todos los sentidos. El conjunto barcelonista juega diferente a cómo lo hacía con Valverde, pero sigue sin convencer. Además, el de Santander empieza a recordar por momentos al extremeño y ha cogido ciertos vicios que deberían preocuparle tanto a él como al club.

Al 'Txingurri' se le acusó de inmovilista y de apostar tan solo por las llamadas 'vacas sagradas'. El de Viandar de la Vera 'pasó' de la cantera salvó en casos excepcionales como el de Ansu Fati o incluso Carles Pérez, y apostó sobre todo por los veteranos. Setién, en teoría, tenía que salirse de esa norma y apostar por algo distinto y revolucionario, pero cinco meses después la realidad está siendo otra bien distinta. Ningún joven es habitual con él y los veteranos siguen

Setién no ha hecho la revolución que prometía

En cuanto a gestión de plantilla se refiere, el ex de Las Palmas está siendo una extensión de Valverde. Aunque este parón por coronavirus ha dificultado su trabajo, la realidad es que poco a poco se está viendo que el cántabro aún prioriza a todos los pesos pesados por encima del resto. Por poner un ejemplo, Luis Suárez, ya recuperado, jugó todo en Sevilla sin estar a su mejor nivel mientras Ansu Fati se pasó todo el encuentro en el banquillo. El canterano, por cierto, se salió ante el Leganés marcando un gol y se ganó otra oportunidad que no tuvo este viernes.

Con Arthur Melo también está sucediendo algo similar, ya que a Valverde se le acusó de darle prioridad a los veteranos Rakitic y Vidal, algo que el cántabro está repitiendo. El croata y el chileno están por delante del brasileño a día de hoy y parece que va a ser algo recurrente. Tampoco Riqui Puig, a pesar de haber tenido minutos últimamente, parece que será habitual. Quedan ocho jornadas y Setién aún tiene margen para corregir este cambio de rumbo con su teórico plan inicial, pero de momento ha dejado muy claro que priorizará ganar con los de siempre a arriesgar con los menos habituales.