A Samuel Umtiti le ha bastado una temporada para demostrar que los 25 millones de euros que el FC Barcelona pagó al Olympique de Lyon por su traspaso pueden acabar pareciendo baratos. El francés ha triunfado a su llegada al Camp Nou, aunque en su momento no fue la primera elección para su puesto. Los nuevos fichajes deben mirarse en el espejo del central, que llegó sin hacer ruido y ha brillado como el que más.

Al Barça se le ha complicado, y mucho, reforzarse en este mercado veraniego. Sus objetivos son prácticamente imposibles porque sus clubs no quieren vender o piden cifras desorbitadas por su salida. En esta tesitura, el conjunto azulgrana está pendiente de cerrar alguno de sus 'planes B', segundas opciones preparadas para asumir el reto pero marcadas con la etiqueta de no haber sido la prioridad.

Es el caso del lateral derecho, en el que Héctor Bellerín se convirtió en la elección indicada. Por conocimiento de la casa, edad, proyección y calidad, pero sólo con un obstáculo que ha acabado siendo definitivo, el Arsenal. La escuadra 'gunner', de la mano de Arsène Wenger, se ha encargado de frustrar la vuelta del canterano, obligando a buscar alternativas que por ahora pasan por Nelson Semedo o César Azpilicueta.

Con Marquinhos como cabeza de cartel, Eric Bailly, Aymeric Laporte o incluso Mauricio Lemos sonaron para el Barça antes que Samuel Umtiti, que acabó siendo el elegido aun sin tener la completa confianza de Luis Enrique, más interesado en las otras opciones. El de Yaundé, sin embargo, no se rindió, y acabó demostrando al asturiano y a todos los culés que en esa carrera, él era el caballo ganador.

Rendimiento inmediato

Llegue quien llegue al FC Barcelona este verano, va a tener más presión de la que el conjunto azulgrana ya genera con su propio palmarés. El gran ciclo de éxitos vivido en la Ciudad Condal ha subido un nivel de exigencia que se ha lanzado hacia arriba empujado también por los triunfos del Real Madrid.

Así, los refuerzos que acaben llegando al club van a tener que cumplir, no sólo haciéndolo con garantías sino acelerando un proceso de adaptación en ocasiones algo complicado. Bien harán los recién llegados en hacerle una visita a Samuel para preguntarle por las claves de su éxito inmediato en Barcelona, aunque probablemente la respuesta no sea una sorpresa: poco ruido y mucho trabajo.