El FC Barcelona es un equipo con alternativas, con polivalencia. Valverde es consciente que con su plantilla puede escoger a varias piezas para una misma posición. Y este sábado ante el Málaga apostó por Sergi Roberto en el lateral derecho, dejando a Semedo en el banquillo. Un 'premio' para el canterano.

Es evidente que Roberto fue un jugador importante en el empate cosechado ante el Atlético de Madrid. Él y Deulofeu, por la banda derecha, revitalizaron a un equipo carente de ideas y verticalidad. De hecho, el '20' fue el autor del centro que acabaría rematando Luis Suárez con un testarazo inapelable para Oblak. 

Aunque esta temporada parecía que veríamos al canterano en una posición más adelantada, en la medular, donde incluso jugó en los primeros partidos del campeonato doméstico, la realidad es que el 'Txingurri' le ha vuelto a retrasar hasta esa posición defensiva -que realmente es casi ofensiva-.

Roberto es un jugador tácticamente inteligente y que sirve como comodín. Su rendimiento siempre está acorde a lo que exige el Barcelona. Nunca falla. Trabaja como pocos y su sacrificio en el terreno de juego da vida al equipo. Valverde confía ciegamente en él. Hasta ahora es el octavo jugador más utilizado.

Mascherano, con Umtiti

La otra novedad en el once del Barcelona estaba en la pareja de baile de Samuel Umtiti. No fue Gerard Piqué como se podía esperar, si no Javier Mascherano, que volvió a tener una oportunidad para demostrar que está listo para cuando Valverde le necesite. El argentino tuvo la misión de mantener la solidez en la zaga y ayudar en materia de sacar el balón jugado desde atrás, porque los andaluces acostumbran a presionar muy arriba.