¿Cuántos palos le han caído a Gerard Piqué por confesar que se alegra de las derrotas del Real Madrid? ¿Y cuántos le caerán a Sergio Ramos por decir exactamente los mismo desde el otro bando? Pues la respuesta a la segunda pregunta es ninguno. La caverna madridista decidió no reaccionar a las palabras de Sergio Ramos tras el Madrid-Nápoles cuando confesó lo inconfesable.

"No te diré que no me alegré. No me gusta ver a mis amigos sufrir, pero obviamente no me gusta que el Barça gane", afirmó el defensor tras la derrota blaugrana a manos del Paris Saint-Germain.

Una doble vara donde medir que pone a los que visten de azulgrana de un lado y se les exige más públicamente que a otros que emplean la blanca en sus partidos. O lo que es lo mismo, cuando al Real Madrid le va mal lo mejor es desviar la atención hacia gente como Piqué, que no se muerde la lengua nunca, que centrarse en sus propios descalabros.

Ramos se confesó tras el partido del Real Madrid

Eso sí, hay que destacar que las palabras del futbolista de Camas llegan tras la victoria del equipo merengue sobre el Nápoles. No las hizo antes del partido no fuese a caerle en la cara al escupir al cielo. Habrá que ver dentro de tres semanas...