Hay futbolistas que, sólo con verles jugar unos minutos, ya se ve a la legua que están hechos para el FC Barcelona. Philippe Coutinho es uno de ellos. El polivalente y técnico jugador brasileño estuvo a un buen nivel este sábado contra el Valencia en el Camp Nou, repartiendo las dos asistencias de gol para que Luis Suárez y Samuel Umtiti acercaran todavía más el título de LaLiga Santander 2017-18.

El primer pase de gol fue un balón filtrado en el momento justo, y con el exterior de la bota, al interior del área para que Luis Suárez diera rienda suelta a su olfato de gol. La segunda asistencia vino tras un gran centro botado desde el córner, que Samuel Umtiti acertó al cabecear al fondo de las mallas. Dos jugadas en las que Coutinho demostró que, además de ser un jugador técnico, también es preciso y tiene una visión exquisita.

Gran precisión en las botas de Coutinho

Donde pone el ojo, pone el balón. Porque, minutos después de permitir el gol de cabeza de Umtiti, estuvo a punto de servir en bandeja otro gol al central francés, de nuevo a la salida de un córner en el que el zaguero azulgrana estuvo a punto de rematar de nuevo, apenas por centímetros, al tener la posición prácticamente ganada a su defensor.

Con Coutinho, además, la sensación cuando el brasileño tenía el balón en las botas fue de peligro constante. Dejó muchos detalles de calidad en las combinaciones con sus compañeros. Y, lo más importante, jugó rápido, sin permitir que la defensa del Valencia de ordenase y atase en corto a los delanteros del FC Barcelona.

Coutinho asiste, marca y genera juego

Gracias a él, el Barcelona aumentó la fluidez en el juego de ataque, se encontraron más espacios y, cuando no pudo desdoblar el balón a sus compañeros, él mismo decidió hacer gala de su gran disparo probando suerte desde fuera del área.

A punto estuvo de marcar un golazo de esta manera, pero el tiro en la segunda mitad se marchó ligeramente desviado. Con el paso de los partidos, parece que Coutinho cada vez está más adaptado al estilo de juego del FC Barcelona y participa en su sinergia, al venirle como anillo al dedo.

Si Ernesto Valverde hubiese podido alinear al brasileño en la eliminatoria ante la Roma, probablemente el desenlace no habría sido que el de este pasado martes en el Olímpico de Roma. Porque, cuando él está sobre el césped, está claro que el Barça mejora.