Con varios futbolistas lesionados y Andrés Iniesta entre algodones cerró ayer su convocatoria el FC Barcelona, que deberá superar al Sevilla para empezar con buen pie el exigente mes de noviembre. No han sido pocas las voces que han apuntado a la cantera como solución a las bajas que afrontan los catalanes en las próxima semanas, pero Ernesto Valverde ha preferido esperar.

El enfrentamiento de la undécima jornada se disputará sin ningún miembro del filial en las filas barcelonistas, a pesar de que la posibilidad tomó fuerza durante los últimos días. El Txingurri no ha escondido que piensa echar mano del segundo equipo a lo largo de la campaña, aunque considera que este todavía no es el momento.

En la protección de la Copa si debutaron José Arnáiz y Marc Cucurella, además de un Carles Aleñá que ya parece uno más de la primera plantilla, y también Oriol Busquets estuvo en el banquillo en San Mamés. Pero hay futbolistas suficientes en el vestuario, y el técnico entiende que por el momento cubren sin problemas sus necesidades.

Parón y a por todas

Puede que la cosa cambie después de un parón en el que varias piezas importantes del Barça tendrán algunos días de descanso, aunque la elección estará nuevamente en manos de Valverde. El extremeño se ha ganado el crédito tras unos primeros meses en los que la mayoría de sus decisiones han sido acertadas, y en lo que respecta a las categorías inferiores, sabe lo que se hace. Plena confianza.