Ernesto Valverde es un técnico que suele encontrar siempre la manera de sacar el máximo rendimiento a sus recursos. Todos los equipos dirigidos por el 'Txingurri', han logrado jugar bien, dentro de sus posibilidades y teniendo en cuenta el estilo de sus futbolistas. La adaptación a sus jugadores es uno de los puntos fuertes del técnico azulgrana.

En el FC Barcelona, de la noche a la mañana, se encontró sin Neymar, que decidió irse al Paris Saint-Germain, y sin Ousmane Dembélé, flamante fichaje culé que se lesionó en el inicio de LaLiga contra el Getafe. Fue entonces cuando Valverde empezó a buscar soluciones para dar con la tecla adecuada.

Primero lo intentó con jugadores como Gerard Deulofeu o André Gomes en la banda para tratar de no romper el esquema 4-3-3 habitual del equipo. Tras varios partidos, lo probó centrando la posición de Messi y jugando con dos delanteros, dando protagonismo a Paco Alcácer. Sin embargo, en los últimos partidos, y también en el último contra el Celta de Vigo, optó por un 4-4-2 puro, apostando por hombres como Rakitic, Paulinho, Busquets e Iniesta en la medular.

Sergi Roberto, quinto centrocampista

Contra el Celta de Vigo, el 'Txingurri' dejó fuera a Nelson Semedo, que venía siendo el habitual en la banda derecha de la defensa en los últimos partidos, para apostar por Sergi Roberto, ya recuperado de su lesión. El polivalente jugador de Reus suele partir como lateral derecho, pero su naturaleza sigue siendo la de centrocampista.

Por este motivo, y como se pudo ver contra el Celta, Valverde llegó a acumular a cinco hombres en la medular del equipo azulgrana. Una táctica que le está dando solidez al equipo, pese a que se renuncie a parte de movilidad en la delantera para dar paso a las incorporaciones de segunda línea.