Valverde volvió a dar en el clavo contra el Eibar

Ernesto Valverde es una de las figuras que centraliza la crítica del barcelonismo cuando las cosas no van bien. Las dos eliminaciones en Champions League a base de remontadas, los malos resultados al principio de la presente temporada y algunas decisiones extrañas volvieron a poner al técnico extremeño en el centro de la diana.

Pero al César lo que es del César. Últimamente, el Txingurri ha conseguido invertir la dinámica negativa del equipo y no solamente han mejorado los resultados, sino también las sensaciones en el juego. Contra el Inter de Milán, cambió el partido con dos sustituciones y una variante en el sistema de juego. Contra el Sevilla, con algo de fortuna, supo dar continuidad a lo que sus jugadores habían hecho bien ante los italianos.

Contra el Eibar, en Ipurua, volvió a ganar el partido con su planteamiento. Valverde es consciente de que la dinámica fuera de casa tenía que cambiar y volvió a emplear una variante de juego que ya le sirvió en Getafe para obtener la primera victoria fuera de casa. Repitió contra el conjunto de Mendilíbar y la apuesta volvió a funcionar a la perfección.

Valverde conoce al entrenador armero y ya avisó en la previa del partido de la asfixiante presión que ejerce el equipo vasco en su estadio. De hecho, planteó el partido en base a ello y optó por un juego mucho más vertical para desestabilizar la adelantada línea defensiva del conjunto eibarrés.

Una acción de Luis Suárez, nacida de una transición rápida, y el gol de Antoine Griezmann, producido gracias a un balón en largo, causaron estragos en un Eibar que comenzó a dudar y a perder coordinación defensiva. Poco a poco, el Barça está empezando a recuperar esa versión más imprevisible que incrementa el potencial ofensivo.

Libertad para Griezmann y un sistema defensivo fuerte

Por primera vez, vimos a un Griezmann que participó más en el juego y que no se quedó encasquetado en la banda izquierda como puede hacer un extremo puro como Dembélé, algo que se notó mucho en la producción ofensiva. Además, el equipo se está mostrando cada vez más sólido atrás, un aspecto que sí tuvo el equipo en la primera temporada de Valverde pero que perdió en la segunda.