Actuación vergonzosa la del colegiado del Clásico de este domingo, Hernández Hernández, en el Camp Nou. Avanzada ya la primera mitad, y en la disputa de un balón dividido al que Gareth Bale claramente no llegaba, el atacante galós soltó la pierna y pisó con los tacos la pierna de apoyo de Samuel Umtiti, en una entrada merecedora de tarjeta roja directa que el colegiado del encuentro ni siquiera optó por sancionar.

Una vergüenza acrecentada minutos después por la acción de Sergi Roberto con Marcelo, en la que el catalán mantuvo un rifirrafe con el brasileño, soltando ligeramente el brazo pero sin agresión. Marcelo Vieira se tiró al suelo y fingió haber recibido un fuerte manotazo del jugador del FC Barcelona. El árbitro esta vez sí picó en el anzuelo (¡sorpresa!) y el carrilero del FC Barcelona tuvo que abandonar el terreno de juego expulsado.

En definitiva, el FC Barcelona se vio perjudicado notablemente en la primera mitad por las decisiones controvertidas de Hernández Hernández, lo que permitió que el Real Madrid tomara el control del juego durante los últimos minutos del primer acto.

En la segunda parte, sin embargo, el enfado derivado de las injusticias arbitrales provocó que el conjunto azulgrana saliese enchufado y enrabietado, y en una de esas acciones ofensivas del segundo tiempo los de Valverde conseguirían adelantarse de nuevo, gracias a un gol de Leo Messi tras una acción en la que Luis Suárez cometió una falta (no pitada).

Ridículo de Hernández Hernández en el Camp Nou

La cuestión es que la ristra de errores, tanto en la primera mitad como en la segunda, ponen en tela de juicio que Hernández Hernández haya sido escogido, la pasada temporada, el mejor árbitro de LaLiga Santander. Porque, además de la expulsión injusta de Sergi Roberto y la no-expulsión de Gareth Bale, no señaló un penalti de Jordi Alba sobre Marcelo y tampoco la falta previa en el gol de Leo Messi. 

No se puede hablar por lo tanto de 'atraco' ni de ninguna otra palabra de este tip a favor o en contra de Real Madrid y FC Barcelona. Sí se puede hablar, y mucho, de un árbitro que no dio la talla este domingo en el Camp Nou. Más bien hizo el ridículo.