Largo y tendido se ha estado hablando a lo largo de las últimas semanas, desde que Luis Enrique anunció que no continuará en el puesto de entrenador la próxima temporada, sobre quién acabará siendo el relevo del técnico asturiano en el banquillo del primer equipo.

Después de que opciones como Sampaoli, Koeman o Eusebio quedaran descartadas, Ernesto Valverde y Juan Carlos Unzué ganaron fuerza hasta convertirse en los dos entrenadores "favoritos" para asumir el puesto en el caso de que la secretaría técnica de Robert Fernández les dé oportunidad.

Mucho se ha hablado sobre las cualidades de uno y otro, y cuando uno ha perdido fuelle el otro ha ganado volumen en el imaginario colectivo del Barça. Sin embargo, desde "FCBN" contemplamos una tercera alternativa que podría acabar siendo la clave de los futuros éxitos del Barça, siempre y cuando llegue a plantearse por todas las partes y acabe funcionando en cuanto a química y entendimiento.

Esa opción es que Ernesto Valverde asuma el cargo de entrenador principal del Barça, con Juan Carlos Unzué continuando en el "staff" técnico como segundo técnico del equipo, una posición que lleva ya tres temporadas ocupando bajo el mando de Luis Enrique.

Valverde-Unzué, un tándem complementario

Pese a que algunos puedan pensarlo, lo cierto es que no es una locura. Ambos son conocedores del club y, además, se complementarían. El "Txingurri" Valverde aportaría la experiencia característica de un primer entrenador a la hora de tomar decisiones, mientras que Unzué ofrecería su influencia y conocimiento táctico, además de la experiencia en el trato con unos jugadores a quienes conoce como nadie.

Recordemos también que Valverde y Unzué compartieron vestuario vestuario en el Camp Nou a finales de los años 80, mientras que en el caso de Unzué sabe perfectamente lo que es trabajar con distintos cuerpos técnicos; fue entrenador de porteros a las órdenes de Frank Rijkaard y Pep Guardiola, antes de ser técnico ayudante de Luis Enrique como "segundo" timonel en el barco azulgrana.

La opción es perfectamente verosímil, aunque por supuesto la condición indispensable sería que ambos aceptaran su rol sin "pisarse" el uno al otro, entrando en escena la química a la hora de manejar un vestuario plagado de estrellas. Todavía es un misterio cuál acabará siendo la decisión de la secretaría técnica... Las próximas semanas dictarán sentencia en el FC Barcelona.