Críticas injustas las que ha recibido Yerry Mina en las últimas horas, tras la decepcionante derrota del FC Barcelona frente al Levante en el Ciutat de València (5-4), partido en el que el conjunto culé llegó a perder por 5-1 pero al menos dio la cara en la última media hora de partido para iniciar una remontada, hasta el 5-4 definitivo, que lamentablemente no terminó de consumar.

Pocos jugadores podrían salvarse de la 'purga' tras la contundente derrota del FC Barcelona este domingo, a excepción de un Philippe Coutinho que anotó un 'hat-trick'. Precisamente el otro fichaje del Barça este pasado invierno, Yerry Mina, ha estado en el foco de las críticas por su actuación frente al conjunto 'granota' a domicilio, colocándole algunos medios como uno de los grandes culpables del naufragio.

Cierto es que Yerry Mina no estuvo a su mejor nivel, de la misma manera que muchos otros jugadores del Barça este pasado domingo, pero la realidad es que sería injusto focalizar las críticas en él teniendo en cuenta que apenas ha dispuesto de oportunidades de juego desde que aterrizó en el Camp Nou, por lo que necesita tiempo de rodaje y adaptación.

A todo esto, a sus 23 años Yerry Mina jamás había jugado en un club europeo, y mucho menos en uno de los grandes clubes del viejo continente como es el FC Barcelona, acostumbrado a jugar con la línea defensiva muy adelantada y, por lo tanto, a dejar muchos espacios atrás.

Yerry Mina necesita tiempo para madurar

Los contragolpes cogieron por sorpresa a Yerry Mina, pero también a sus compañeros en la defensa azulgrana y a un centro del campo que apenas presionó la salida de balón de los 'granota'. En este sentido, y aunque el colombiano destacó negativamente en algunas situaciones en las que le superaron por velocidad, no se le puede colocar como el gran 'señalado' de la primera derrota del Barça en LaLiga Santander 2017-18.

Todavía es un misterio si continuará la próxima temporada en la plantilla de Ernesto Valverde, pero lo que está claro es que, si lo hace, aún necesitará más tiempo para adaptarse a la entidad catalana y al estilo de juego del equipo para, poco a poco, sacar a relucir su mejor nivel competitivo. Si se queda, una cosa está segura: tendrá el apoyo de todo el barcelonismo para triunfar.