El Barça lleva 180 minutos sin marcar un gol
El Barça lleva 180 minutos sin marcar un gol
Publicación:13/04/2014 - 19:37h
Actualización:
El Barça ya no depende de sí mismo para ser campeón de Liga y las sensaciones tras la derrota en Granada no pueden ser más negativas. A pocos días de la final de Copa, los azulgrana muestran síntomas de impotencia y encadenan dos partidos seguidos sin marcar
Parece imposible que un equipo con el potencial ofensivo del FC Barcelona se pueda quedar sin marcar en dos partidos oficiales consecutivos. Este dato inédito y negativo se ha vuelto a repetir casi seis años después, una estadística que confirma los problemas de los hombres del Tata Martino, que acumulan 184 minutos sin marcar, para sacar los partidos adelante si el rival es capaz de adelantarse en el marcador.
La última vez que el Barça se quedó a cero en dos partidos seguidos fue durante la primera temporada de Pep Guardiola en el banquillo. Aquel Barça perdió por 1-0 la vuelta de la previa de la Liga de Campeones en el campo del Wisla de Cracovia y debutó en la Liga con una sorprendente derrota contra el Numancia por idéntico marcador.
La Copa, una final para Gerardo Martino
Martino dejó a Xavi, Dani Alves y Jordi Alba en el banquillo para darles descanso de cara a la final de Copa, pero se terminó contradiciendo al recurrir al de Hospitalet para que contribuyera a la remontada. Lo sustituyó por Adriano en el minuto 67, pero no aportó mucho más que el brasileño.
El técnico no consumió los tres cambios, una constante a lo largo de la temporada, y sólo volvió a mover el banquillo para sustituir a Alexis por Busquets, que ayer jugó de central por la baja por lesión de Bartra. Otra decisión poco comprensible, porque el cambio obligó a retrasar a Alex Song a la defensa y a prescindir del de Badía, que aporta toque y posesión. Sustituciones, por tanto, con nula incidencia en un resultado final que Martino atribuyó al infortunio.
La frustración por las ocasiones erradas derivó en la expulsión del preparador físico Elvio Paolorosso, por criticar las decisiones arbitrales. En cambio, los nervios no traicionaron a Martino, reiterativo en el discurso de la falta de puntería de un Barça que, lejos del Camp Nou y contra rivales menores, ha demostrado demasiadas veces que no puede.
