La metedura de pata de Piqué no fue un accidente

Un micrófono abierto captó una conversación entre Gerard Piqué y el seleccionador español, Vicente del Bosque, en el que el central azulgrana le revelaba que su amigo Cesc Fàbregas ya tiene un acuerdo para irse del Barça "por 33 millones". Lo que no dijo Piqué fue el club de destino del jugador, pero todo apunta a que se trata del Chelsea de José Mourinho. Además, en la posterior rueda de prensa, Gerard Piqué salió, ya públicamente, en defensa de su compañero y amigo y aseguró que el Barça nunca le había valorado como se merecía.

Lo que parecía una metedura de pata involuntaria -algunos así lo creen- acabó transformándose en un ataque planificado e irresponsable al Barça. Tal y como explica Lluís Mascaró en su columna de este jueves: "Piqué se equivocó en todo. Se equivocó en lo que dijo. Se equivocó en el momento y se equivocó en el escenario". Además, el periodista del diario Sport reclama con toda la razón del mundo "una sanción ejemplar" por un acto de indisciplina grave e inadmisible.   

Esta semana los principales diarios deportivos avanzaban que Cesc había pedido al Barça que se escucharan las ofertas que llegaran por él. La Premier parece ser su destino, porque es un jugador muy valorado en esta competición después de las ocho temporadas que pasó en el Arsenal. Desde Inglaterra algunos medios apuntan que Cesc podría convertirse en el nuevo patrón del Chelsea, ya que Frank Lampard ha dejado el equipo londinense este verano. Cesc estaría a las órdenes de José Mourinho.