Unos meses después de marcharse a Brasil para recuperarse de una lesión en su pie derecho, el retorno de Neymar empieza a coger forma. El delantero ha estado pensando en el Mundial de Rusia a sabiendas de que la campaña estaba acabada para los 'bleus', aunque ahora intentaría un acercamiento para rebajar la tensión en el ambiente.

El clima no es el adecuado en el Parque de los Príncipes desde la eliminación de la Champions, que fue un golpe durísimo a las aspiraciones de la temporada. Es cierto que los parisinos han recuperado el dominio en todas las competiciones domésticas, pero dadas las diferencias de calidad y presupuesto, esa tarea era prácticamente una obligación.

La salida de Unai Emery ha sido el primer movimiento en un conjunto en el que se espera otra revolución estival, en la que habrá que tener en cuenta si la UEFA lo sanciona o no por saltarse las exigencias del 'Fair Play Financiero'. A pesar de que él mismo está implicado en los rumores de traspasos, el de Sao Paulo ha decidido apagar el fuego, al menos, de momento.

Neymar responde al PSG

Tras las presiones de la directiva y el enfado que los ultras hicieron público hace unos días, Neymar habría decidido adelantar su vuelta a la capital francesa, que estaba prevista para esta semana para encarar la fase final de su rehabilitación. No está previsto que vaya a ponerse a las órdenes del técnico, pero al menos hará acto de presencia y estará al lado de sus compañeros.

Aunque varios medios situaban su llegada el sábado, el ex el Barça podría aterrizar en París el jueves, con la intención de regresar a los entrenamientos como muestra de buena actitud. Otra de las previsiones es que acuda a la final de la Copa de Francia, en la que el PSG se enfrentará al modesto Les Herbiers.

A pesar de todo, las decisiones del brasileño todavía son una incógnita, como su fidelidad a un club del que podría salir antes de lo esperado. La puerta parece cerrada al menos hasta 2019, pero habrá que ver si Florentino Pérez alcanza su obsesión de llevarle al Santiago Bernabéu. El culebrón no ha acabado.