Oporto 2004 y Barça 2006 empatan en el homenaje a Deco

Anderson Luis de Sousa, Deco, puso punto y final a su carrera en el estadio Do Dragao con un partido homenaje de auténtico lujo. Sobre el césped reunió a los dos principales equipos de su carrera, con los que ganó la UEFA Champions League: el FC Oporto de 2004 y el F.C. Barcelona del 2006.

El Barça presentaba las ausencias de Ronaldinho, que a última hora no recibió el permiso del Atletico Mineiro, y de Carles Puyol, por razones físicas. De todos modos, el partido fue un festival de nostalgia para los culés que vibraron con la Champions de París, con jugadores como Giuly, Gio, Van Bommel, Ezquerro, Oleguer, Belletti, Sylvinho y compañeros de otras temporadas como Gudjohnsen, Gerard y Davids. En el otro lado también había caras conocidas para el aficionado azulgrana, como el portero Vítor Baía. Messi y Eto'o jugaron en la segunda parte, para coincidir con el homenajeado, que se alineó una mitad con cada equipo.

En lo deportivo de la cita, que reunía a una gran mayoría de futbolistas retirados, cabe decir que se vió más "gorditos" a los portugueses, y que, sin embargo, fueron ellos los más entonados al principio. Derlei abrió el marcador en el minuto 2 y McCarthy hizo el segundo en el 14, asistido por Deco.

En la reanudación todo se animó con la entrada de Messi y Eto'o. El argentino, con ganas de moverse y de disfrutar del juego, asistió en los dos primeros goles azulgranas. Uno para Eto'o (54'), que se recreó en la línea de gol y el otro para el mismo Deco (56'). Jankauskas volvió a adelantar al Oporto ante Baía, que jugó la segunda parte con el Barça sustituyendo a Jorquera, el único portero convocado por los catalanes.

Una cabalgada al espacio de Eto'o (67') volvió a empatar el encuentro y una asistencia del mismo camerunés para que Messi cabeceara (80') terminó de dar la vuelta al marcador.

Los últimos cinco minutos, Deco decidió jugarlos de nuevo con el Oporto, y se las arregló para marcar otro gol en el minuto 90, situando el empate definitivo (4-4) que dejaba a todos contentos. El homenajeado jugó y marcó con ambos equipos, nadie perdió y todos se fueron con cara de habérselo pasado bien.