El juez Santiago Pedraz ha impuesto una fianza de 300.000 euros al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Ángel María Villar; de 150.000 euros a su hijo Gorka y de otros 300.000 euros a Juan Padrón para abandonar la prisión.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha adoptado esta decisión en un auto al considerar que no hay fundado riesgo de fuga de ninguno de los tres al haberse practicado ya las diligencias consideradas urgentes en esta causa. Entiende, además, que ya no suponen un obstáculo para la investigación.

El pasado 18 de julio, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detenía al presidente de la RFEF, Ángel María Villar, a su hijo Gorka, y al vicepresidente económico de la Federación, Juan Padrón. Ese mismo día, los agentes practicaban varios registros en los domicilios de los detenidos, así como en la sede de la RFEF, localizada en Las Rozas.La investigación del juez Pedraz comenzó en el año 2016, por medio de una denuncia del Consejo Superior de Deportes (CSD).

La instrucción judicial determinó que Villar, presuntamente, se habría aprovechado de su posición para organizar partidos amistosos de la selección española de fútbol y cobrar comisiones en beneficio del despacho Sports and Advisers, propiedad de su hijo Gorka, abogado especialista en derecho deportivo.

Investigación lejana

Durante los tres meses previos a las detenciones, el juez instructor, Santiago Pedraz, en colaboración con los fiscales Anticorrupción, Inmaculada Violán y Esther González —que investigan otro caso en Majadahonda—, intervino las comunicaciones de Villar y otros altos cargos de la Federación. Las escuchas telefónicas, cuyas transcricpiones se encuentran en el auto, revelaron las malas prácticas y corruptelas que rodeaban a Villar y su ambiente.