Las novedades tecnológicas del mundo del fútbol están encabezadas por una nueva herramienta diseñada para ayudar a los árbitros con decisiones no concluyentes a través del uso del vídeo, tecnología que ha estado en el centro del debate desde sus inicios. Esta tecnología se llama VAR y se basa en el vídeo de asistencia de arbitraje o videoarbitraje.
Pese a que el VAR está siendo útil en algunas jugadas, también está siendo criticado en otras. De hecho, el FC Barcelona ya sufrió una mala interpretación en una de ellas en el partido de LaLiga contra el Girona, en el que Clément Lenglet fue expulsado por un supuesto codazo en el que la propia víctima reconoció que creía que era falta suya.
Johan Cruyff, considerado un visionario del fútbol, también lo fue en su momento en relación al uso del VAR. De hecho, en su libro 'Me gusta el fútbol', editado por primera vez en 2002, criticó la posibilidad de que las nuevas tecnologías fueran usadas como ocurre en la actualidad. Recientemente, se ha hecho viral la frase de su libro en el que lo criticaba.
"Si el fútbol es un deporte continuo, no puedes situar una cámara y, en una jugada conflictiva, pedir que nadie se mueva, reunirte en la banda, ver las imágenes, deliberar, tomar una decisión y luego decir: 'Venga, ya está, podemos continuar', como ocurre en algunos deportes de los EE.UU. No puede ser. Esto no tiene sentido", escribió el ex entrenador del Barça.
El funcionamiento del VAR
El VAR fue aprobado por la International Football Association Board (IFAB) en su Reunión General Anual en el año 2016 para permitir el uso de secuencias de vídeo para así poder revisar las decisiones tomadas durante el transcurso de un partido. El sistema permite que se revisen cuatro tipos de casos: goles, penaltis, tarjetas rojas y confusión de identidad.
Cuando la situación lo amerita, un árbitro asistente de vídeo, junto con otros tres asistentes de vídeo, revisan cada uno de estos casos en la sala de operaciones y solicitan al árbitro en el terreno de juego que realice una revisión en el campo mirando un monitor de inclinación lateral. A partir de ahí, el árbitro tiene la última palabra.