El mercado de fichajes del verano 2017 ha dejado varios damnificados, y no sólo el Barça tiene algunos asuntos que lamentar. Otro de los perjudicados por la ventana de traspasos ha sido Alexis Sánchez, que intentó por todos los medios marcharse al Manchester City pero tuvo que conformarse con quedarse en el Arsenal.

El chileno apura su último año de contrato con los 'gunners', y no parece que la suya vaya a ser una temporada fácil. Después de algunas semanas lesionado, el de Tocopilla debutó en la Premier este mismo sábado, y sus propios aficionados le recordaron con silbidos sus intenciones de hacer las maletas.

"Tenemos que aceptar estas respuestas de la gente", explicó tras la primera victoria del Arsenal Arsène Wenger, uno de los principales artífices de su permanencia. El galo no se quedó corto en sus explicaciones, y aunque se mostró comprensivo, también lanzó alguna advertencia.

Vestuario al límite

A Arsène Wenger se le está agitando una marea que siempre había logrado calmar en el Arsenal, donde empiezan a escocer la falta de títulos y su baja capacidad competitiva. La situación se ha agravado con las intenciones de Mesut Özil y Alexis Sánchez, dos grandes estrellas 'gunners' con contratos a punto de expirar y objetivos alejados de Londres.

"La mejor manera de poner al público de tu parte es rindiendo bien", advirtió el francés al delantero, antes de cambiar su punto de mira y dedicar otro palo a la prensa: "He tenido una conversación con él después del partido y no parecía infeliz. Quizás era porque se quedó sin marcar. Siempre es peligroso interpretar actitudes".