El FC Barcelona arrancó la temporada 2018-19 con un equipo potente y bien balanceado, pero en el camino hacia los títulos se ha visto obligado a hacer algunos retoques. Tras los problemas de lesiones que obligaron a contratar un nuevo central, las necesidades se han trasladado a la delantera, en la que la salida de Munir El Haddadi ha dejado a Luis Suárez demasiado solo. En la Ciudad Condal sigue la búsqueda de un nueve.

Y es que, a estas alturas, poco se puede decir del fichaje deseado por los catalanes, que trabajan sin descanso para encontrar la apuesta que más se ajuste a sus exigencias. El retrato robot del futbolista esperado lo anunció Ernesto Valverde: Que tenga experiencia y a ser posible conozca LaLiga, para que en su incorporación se reduzcan los tiempos de adaptación y apenas se trate de aterrizar y ponerse a jugar cuando haga falta.

En las últimas semanas se han ido lanzando pros y contras sobre las diferentes alternativas, que no deben solaparse con el ariete de futuro que se sondea para el verano. Un jugador joven que también tendrá que convivir con el uruguayo, primero respaldándole y dándole descanso cuando sea necesario, y después, más formado y asentado, dando un paso adelante para ejercer de digno sucesor.

En la agenda azulgrana no faltan nombres interesantes, y en los despachos del Camp Nou vuelan los informes. Álvaro Morata, Fernando Llorente, Olivier Giroud, Cristhian Stuani, Odion Ighalo... Todos ellos han entrado en la rueda de los culés, en la que unos días se sube y otros se va de bajada. Habrá que esperar para saber si entre todos hay una respuesta que es la correcta.

Pero observando la línea de trabajo de Éric Abidal y la secretaría técnica, no habría que descartar un 'tapado', una opción enterrada que no haya pasado el corte de los medios de comunicación. Ya sucedió en la pasada ventana estival y hace apenas unas semanas, cuando fue presentado un Jeison Murillo que al principio estaba lejos de las quinielas para la defensa.

El filial es una bala en la recámara del Barça

Y sabiendo las condiciones a las que hay que ajustarse, Valverde advirtió que se plantean fichajes, pero que si no habrá que tirar con lo que haya y eso pasa por el filialComo el experimento sin nueve puro -y sin Leo Messi- falló en la Copa del Rey, se podría ascender a un recambio más específico, aunque al técnico le preocupan la falta de gol de los jóvenes y la presión que podría ejercer sobre algunas promesas que todavía están en formación. Habrá que ver cómo se soluciona el caso, porque queda mucho por delante y las exigencias no van a bajar.