Coutinho es un asunto de presente para el Barcelona, pero un jugador del pasado, con una gran cantidad de deudas que ya no se pagarán y pasan más por el tema moral y emocional en una relación que deja muchas cicatrices para el propio jugador, la afición y el fútbol en general, que sigue lamentando la pérdida de un talento como el suyo.

Aunque no todo está perdido, echar el resto es la opción y eso pasa más con lo que salga que con lo que se pueda esperar, así que tanto club como jugador buscan la mejor solución para el futuro y las cosas están claras: debe irse. La Premier se asoma por su buen pasado en Liverpool previo a ser el gran traspaso de la historia culé.

Aunque el Newcastle se coló a última hora por el cambio de dueños, el verdadero candidato es el Arsenal, que sigue de irregular como en los últimos años y un jugador como Coutinho no le caería mal a Arteta en la plantilla, sabiendo que Odegaard apenas está funcionando bien y todavía no hay certeza de que sea un hecho más que una ilusión.

Desde Londres temen por el salario, estado físico y aporte del jugador, pero ante el más mínimo interés el Barcelona dio un paso al frente con una fórmula parecida a la de Suárez y Griezmman, dando beneficios y facilidades al Arsenal y a Coutinho para que prospere la operación, todo por salir del brasileño.

La salida se haría a modo de cesión lo que queda de temporada y con una rebaja salarial que puede no ser mayúscula, pero sí con algo de notoriedad en una plantilla que se ahoga con el límite para poder inscribir nuevos jugadores. El Barcelona pagaría gran parte de esa ficha a cambio de que se reconsidere el monto.

¿Es la vía?

Si resulta esta fórmula no se descarta la salida de otro jugador que no cuenta para nada en los planes de Xavi tal como lo es Umtiti, defensor que no da su brazo a torcer en las negociaciones y se empeña en pelear un puesto, aunque en las pocas oportunidades que ha tenido solo ha podido demostrar lo mismo que en los entrenamientos, tal vez menos.

A solo días del comienzo del mercado invernal, el Barcelona tiene la habitación repleta de goteras y de a poco se inunda, sabiendo que Ferrán está en la recámara pero nada se puede hacer sin que hayan salidas, las que pasan por dos jugadores de manera específica que no tienen intención de salir del club, bajarse el salario ni cambiar su situación deportiva actual.